Randy Arozarena es muy bien conocido en Grandes Ligas por ser un jugador clutch, pero también, es un bateador un tanto frágil que suma gran cantidad de ponches, y con su reciente juego de cuatro abanicados el pasado miércoles 25 de septiembre, entró a una lista de bateadores cubanos con más juegos de cuatro ponches.

El outfielder de Seattle Mariners tuve una jornada para el olvido contra Houston Astros, cuando fue retirado cuatro veces por la vía de los strikes en cinco turnos al bate. De esa forma, llegó a cinco juegos de cuatro ponches en su carrera, y empató a Jorge Soler en el quinto puesto de más partidos de esa índole entre cubanos.

Nuestro departamento estadístico dio a conocer que el líder histórico de esa lista es José Canseco con 16 juegos, y además de Randy Arozarena y Jorge Soler, en el top 5 también están:

Yoan Moncada (15)
Luis Robert (10)
Yasmani Grandal (7)

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Este año ya es la segunda vez que al menos le propinan cuatro ponches a Randy Arozarena, tomando en cuenta que el 17 de agosto se llevó cinco chocolates contra Pittsburgh Pirates y en lo que va de temporada, en 152 juegos lleva 166 veces que lo han pasado por los strikes, quedando a solo cuatro abanicados de su récord que fijó en 2021 (170).

En 2023 tuvo dos encuentros de cuatro ponches; el 17 de junio ante San Diego Padres y el 20 de julio contra Baltimore Orioles. Su otro partido lo registró el 2 de junio de 2021 contra New York Yankees, al fallar en los cuatro turnos que tomó.

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Los cuatro ponches de Randy Arozarena

El cubano no tuvo suerte este miércoles contra Houston Astros, y en su primer turno el abridor Yusei Kikuchi lo ponchó en un turno peleado que se extendió hasta nueve lanzamientos. En su segunda oportunidad en el plato, el zurdo asiático fue más económico, al solo necesitar de cuatro envíos para mandarlo a sentar.

En el sexto inning, nuevamente con cuatro pitcheos, Randy Arozarena sumó su tercer ponche, mientras que en la séptima logró poner la bola en juego, al llegar quieto a la inicial gracias a un error.

Sin embargo, Héctor Nerris lo trabajó en la novena y tras estar en cuenta de 2-2, lo pasó con una recta de 93 millas por hora a la que el cubano no pude hacerle contacto.