Por Alexander García Milián
Es algo que me debía, que creo le debía a él. Sí lectores, el pinero Rasiel Iglesias en la Gran Carpa ya llegó el año pasado a 30 salvados y hoy, en tiempo real, con Cincinnati pese a algunos percances es el paño de lágrimas sin objeción.
Cuando todos miran a Chapman, incluso a Pito, a Moncada, a todos los demás, cuando eso pasa, Rasiel Iglesias siempre queda por debajo y el olor a injusticia se siente merodeando el ambiente.
Veo varios juegos de los Rojos en Youtube, en Condensed Game y en los finales, casi siempre en situaciones extremas, Iglesias sale a dar la cara, a ponerle frenos a sus rivales.
Es un tipo sobrio, lleno de confianza, su mirada parece la de un asesino en serie, – El asesino del Zodíaco- pienso, río; luego miro otra vez, y esas rectas a 97 millas son indescifrables…
Cuando Iglesias estaba ya colado en la Gran Carpa, cuando los Rojos lo anunciaban como uno de sus grandes prospectos, al instante de debutar y demostrar que no era cuento; en ese entonces las miradas se iban casi todas, la mayoría para Chapman, el cerrador estrella y más aún, para colmar de burla el asunto, para volverlo peyorativo, para Héctor Mendoza.
Es algo así como de sinrazón total, es pasar por pasar, estar y ser desecho, olor a basura de meses. Lo cierto es que la carrera de Rasiel Iglesias no ha sido para nada fácil, su camino de gruesas piedras es lo menos de lo que ha estado plagado.
En este 2019, Puig se llevó los titulares en los Reds,- el gran contrato- el tipo que cambiaría de una la cara de los de Cincinnati; más que Joey Votto incluso, el cubano era el centro; de hecho lo sigue siendo, junto a José Iglesias siguen acaparando titulares.
Raisel saca la cara una y otra vez, le dan la bola en los más extremos de los contextos e incluso para comienzos de mayo, sus números no eran nada halagüeños, hubo quejas, pero el volvió de nuevo y las cosas de apoco parecen tomar buen rumbo.
Es el tipo de confianza de su manager,- es nuestro hombre para los finales- ha asegurado el directivo en varias ocasiones a los medios; luego de recibir críticas y conocer las quejas de Iglesias sobre el modo de utilizarlo, pero el asunto ha tomado mejor cauce y el equipo ya muestra otra cara.
Con Iglesias las cosas van así, despacio, a veces ni se siente, no hace ruido y sin más, una y otra vez aparece.
Nos vemos a la vuelta.