Miremos fríamente los números de José Abreu en el mes de agosto, la llevamos clara, fue su peor mes en toda la temporada. Un average de .188 con apenas un jonrón y seis empujadas en 12 juegos no deja mucho margen a dudas.
Si a eso le sumamos sumamos que su OBP fue igualmente bajo, .278 y que su slugging fue de un pobre .271; entonces podemos decir que, faltando un mes para la conclusión de la temporada regular y con los números generales bas bajos de toda su carrera, la actuación del cubano es un fracaso hasta el momento.
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Ahora, de cara al final de la campaña y sobre todo a la postemporada, instancia en la que no tengo dudas que los Astros van a estar nuevamente, quisiera recalcar un detalle muy alentador que dejó para Dusty Baker este último tramo del octavo mes del año.
Si miramos los números de José Abreu luego de su regreso, tenemos que promedió para .300 (20-6), empujó seis carreras y pegó un doble y un jonrón en cinco juegos. Cifras nada despreciables.
Asimismo, si nos enfocamos en las últimas tres presentaciones del inicialista cubano, vemos que su bateo ha aumentado considerablemente. Su average de .417 lo dice todo (12-5), pero además, empujó carreras en cada uno de ellos, sumando cinco y pegó su único jonrón en todo el mes.
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Por tanto, de cara a lo que resta, me siento muy optimista con lo que pueda aportar José Abreu a la causa de los Astros.
Su más que comprobada calidad y su gran experiencia le pueden garantizar un rendimiento positivo, que les de a la directiva de los Astros motivos suficientes para seguir contando con él de manera regular en los dos años de contrarto que le restan.