Solo en Cuba: ¿A quién se le ocurre comparar Las Tunas con el Santiago de Pacheco?

Por Alexander García Milián Lo esencial es invisible a los ojos, la ceguera espiritual es peor que la física; dos sentencias casi absolutas que se cumplen con certeza en estos días de enjundiosa sapiencia beisbolera. Vaya que el termino enjundioso se encostra en esas afirmaciones de los entendidos- 80 % de nuestros comentaristas en Cuba- […]

Por Alexander García Milián


Lo esencial es invisible a los ojos, la ceguera espiritual es peor que la física; dos sentencias casi absolutas que se cumplen con certeza en estos días de enjundiosa sapiencia beisbolera.



Vaya que el termino enjundioso se encostra en esas afirmaciones de los entendidos- 80 % de nuestros comentaristas en Cuba- y soy conservador; las afirmaciones, ¿Cuáles?, las de siempre; el gran béisbol cubano, la fiesta nacional- ya no es pasión, es fiesta-; los buenos peloteros de la Isla- los de la Serie Nacional.


En fin, la sarta de basura nos lleva a un punto de ahogo, es como caminar con Eugene Barbu por los arrabales de Bucarest.


Ahora mismo, nombres como Tigres de Chinandega o Indios del Bóer- grandes equipos de la Liga Profesional de Nicaragua- ¡Waooo! Es Nicaragua un súper torneo seguro; no, esa liga es de las más mediocres del continente señores. Cuando hablemos de Nicaragua y el béisbol, solo sale un nombre- Denis Martínez- sí, uno, aunque Ever Cabrera luego hizo algo con San Diego pero hasta ahí, hasta algo.


Y hablo de Nicaragua porque ahora es el béisbol que más se difunde; y es el argumento para revalidar que nuestra liga, aunque esta por el piso, es nuestra liga- ¡Jaajaa!- burdo pretexto; horribles analogías.



Cuando vemos que en un juego de la final, – el cuarto- entre Villa Clara y Las Tunas, cuatro errores- errores bobos- definen un partido decisivo como ese, cuando eso pasa … ¿ Qué decir?, bueno- ¡ Qué bien estamos!, ¿ Seguro?


Cuando hombres como Saavedra y Yeniet Peréz la tiran para el maíz, al no correr hacia las bases o tocar la bola porque les da la gana; cuando esas cosas suceden… ¿De que hablamos?


La discusión del título nos dejo con ganas, un 4-1, es un resultado no deseado para el espectáculo; la gloria insufla a Las Tunas- un buen equipo-, elenco bien pulido, con bastante entrenamiento, pero lo dicho vuelve, a río revuelto….


Cuando vemos igual que pitchers como Yudiel Rodríguez y Dariel Góngora, que tirando con el alma frisan las 86 u 87 millas, y así dominan- ¡ A llorar!- pero no, la pelota cubana arriba, si la Liga de Nicaragua esta bien- según los entendidos- como no la pelota cubana. Hasta en Telesur le dan un lugar a la par de las ligas de Puerto Rico, Dominicana, Venezuela y México- ¡qué falta de respeto!



Ya Las Tunas es la nueva aplanadora, un sacrilegio, sin dudas. Solo a nuestros comentaristas se les ocurre comparar a ese equipo con el Santiago de Cuba de Kindelán, de Pacheco, de Pierre, de Fausto, Vera, Ormary… ¡Qué locura! 


Ya la final termino y gano Las Tunas pero un mal sabor dejo el resultado, algo como hueco, vacío al extremo dio sensación de precariedad, de un torneo que necesita nacer de nuevo y volver a empezar, o simplemente nacer de nuevo.


¡Señores comentaristas!, no busquen más en Nicaragua, ni en ningún otro lado, busquen bien adentro y digan las cosas por su nombre, la pelota esta mal, vamos de una hacia el profesionalismo o yo me voy a seguir la Liga Azucarera de una vez y por todas.


Nos vemos a la vuelta.


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