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Jeremy Peña vivió una jornada de ensueño el martes 22 de abril en el segundo de la serie entre Toronto Blue Jays y Houston Astros en el Daikin Park, donde los locales salieron por la puerta grande por segunda noche consecutiva, en gran parte por el aporte del dominicano tanto a la ofensiva, como a la defensiva, para poner finalmente su récord sobre .500 (12-11).
Con el bate, Jeremy Peña conectó tres imparables en cuatro turnos para extender su racha de juegos con imparables seguidos a 13, nueva marca personal en su carrera en Major League Baseball, además anotó una y remolcó otra de las cinco que sumó su equipo ante el conjunto canadiense, así subió su AVG a .253 y su OPS a .728.
El dominicano ahora es cuarto bate
Joe Espada ha tomado la decisión de mover a Jeremy Peña al cuarto puesto de la alineación para aprovechar su buen momento y quitarle presión a Christian Walker. Gracias a esto le llegó un turno con corredores en las esquinas y un solo out en la pizarra, aprovechando la situación para anotarse un infield hit con roletazo lento por tercera base que remolcó a Jose Altuve con la que rompió el cero.
En el tercer episodio sumó otro imparable dentro del cuadro, ahora con un rolling de 82 MPH de velocidad de salida por el campocorto, después de haber sido totalmente burlado por una curva fuera de la zona en cuenta de cero bolas y dos strikes, sin embargo una vez más la velocidad se hizo presente.
Finalmente en el quinto episodio, Bassitt dominó al campocorto de Houston Astros, retirándolo por la vía del ponche para asegurarse que no pudiera embasarse bajo ninguna circunstancia.
Ya en su último turno del juego le tocó enfrentarse al cubano Yariel Rodríguez, a quien le castigó un sinker a 96 MPH en la esquina de adentro que buscaba amarrarlo, pero al contrario mostró la velocidad de sus manos y soltó una línea de 108 MPH al jardín izquierdo, que intentó convertir en doble, pero fue retirado tras quedar encerrado entre primera y segunda por la defensa visitante.
Jeremy Peña se lució con el guante
Por si fuera poco con el espectáculo ofensivo que le brindó a los presentes en la casa de Houston Astros, también los deleitó con su brillante defensa en el campocorto que ya le valió para ganar un Guante de Oro en su primera temporada en las Grandes Ligas.
Primero, Peña completó una brillante jugada por la vía 6-3 al tomar un roletazo en el hueco y con el mismo impulso saltar, girar su cuerpo y lanzar perfectamente a la inicial para retirar a Alejandro Kirk.
Luego en el quinto inning, salvó nuevamente a Ronel Blanco de un imparable cuando logró quedarse con un batazo de Nathan Lukes que parecía caer delante de todos los defensores de Astros en terreno corto del jardín derecho, pero que con un impresionante desplazamiento fue capaz de capturar en dos tiempos.
No es un secreto que Jeremy Peña es pieza angular en el equipo sideral, pero si sigue jugando de la manera que ha mostrado en los últimos encuentros, estaría ya dando el siguiente paso para convertirse en una estrella en ascenso en MLB.