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Rickey Henderson, el nombre de un exgrandesligas excepcional y selecto en toda la historia de Major League Baseball (MLB). A continuación repasamos una trayectoria extraordinaria de un miembro del Salón de la Fama de Cooperstown que dejó un legado enorme en todos los tiempos de la Gran Carpa.
Por más de 20 años, Rickey Henderson derrochó toda su clase en cada terreno de juego del mejor de béisbol del mundo, incluso, vistió la camiseta de nueve organizaciones, entre estas se destacan Oakland Athletics, New York Yankees, New York Mets, Boston Red Sox y Los Angeles Dodgers, este último el equipo con el cual se retiró.
Después de culminar su ciclo en las Mayores, Rickey Henderson se mantuvo con actuaciones en Ligas Independientes y para el 2009, fue elegido al Salón de Fama luego de una carrera llena de éxitos personales donde se mencionan 10 selecciones al Juego de las Estrellas de MLB, dos campeonatos de Series Mundiales, MVP de Serie de Campeonato y Liga Americana.
Rickey Henderson y sus 1.406 bases robadas
Hábil, diestro y excesivo, podría considerarse el perfil de Rickey Henderson cuando de estafar almohadillas se trató, y en medio de esto, tres bates de plata salen a relucir por su gran condición en el campo. En 12 ocasiones, el exbigleaguer estadounidense lideró el joven circuito en bases robadas y durante la temporada de 1982 alcanzó 130 robos y así superó a Lou Brock, que mantuvo hasta esa fecha 118 como marca en MLB.
Por si fuera poco, llegar al home fue como un plus a todos sus registros en la Gran Carpa, Rickey Henderson se dio el lujo de rebasar a Ty Cobb en el apartado de carreras anotadas, con 2.295 el veloz nativo de Chicago dejó atrás a su compatriota que fijó en su trayectoria 2.245 rayitas anotadas.
Si hablamos de grandes ingresos, Rickey Henderson no entraría en conversaciones, y esto se supone al mercado comercial que se manejaba en Major League Baseball en el siglo pasado. Ahora bien, el legendario jugador de Oakland Athletics que es miembro del Salón de la Fama de esta franquicia y con su número retirado, con todo lo expuesto anteriormente contaría con uno de los mejores salarios en la historia del béisbol organizado en Estados Unidos de América.
Para 1981, Rickey Henderson percibió apenas 185 mil dólares con los elefantes verdes por concepto de salario anual, siendo esta la cifra más baja en sus años de servicio. Esto cambió progresivamente y no fue hasta su retorno con Oakland Athletics entre 1900 y 1995, cuando obtuvo en ganancias personales la cantidad de 4.8 millones de dólares, el mayor monto en su trayectoria. Al final de cuentas, totalizó 44.5 millones de dólares en su actividad en MLB.
Hombre célebre y con grandes frases
“Si mi uniforme no está sucio, no he hecho nada en el juego”, esto retumbó en cada una de las personas que escucharon esas palabras por parte de Rickey Henderson cuando hizo referencia a un mal juego en sus registros. Pero no solo esto conllevaba a lo negativo, también mencionó su gran capacidad en el discurso tras romper la marca de bases robadas de su rival, “Lou Brock fue un gran robador de bases, pero hoy, yo soy el más grande de todos los tiempos”.
En 1990, Rickey Henderson se retó a sí mismo y alertó a todos los fanáticos al respecto de su rendimiento en MLB, “Si me dan un año de descanso donde no corra, podría batear .330 de average y 35 jonrones por temporada”, esto manifestó después de una campaña donde acumuló 28 cuadrangulares, .325 con promedio de bateo y 65 bases robadas.
Y sin lugar a dudas, Rickey Henderson siempre sostuvo su premisa de lograr todo a cabalidad y cuando le preguntaron ¿Por qué no descansa? Él respondió “Para hacer lo que amas, tienes que pagar el precio. Rickey ama robar bases”, así finaliza un recuento al mejor nivel de lo que presentó en exgrandesligas en cuestión durante años de gloria en Major League Baseball.
