Por Robiel Vega
El Béisbol es quizás, de todos los deportes, el que más estadísticas, métricas y ratios maneje. Existen diversas formas para determinar la calidad de un bateador e incluso, para valorar su rendimiento según su posición en la alineación. Hoy nos acercaremos a una de las métricas menos complicadas pero más eficientes para determinar cuán integral es un bateador: el OPS+.
Como su nombre lo indica, es una derivación del OPS tradicional, que no es más que la suma del OBP [(H+BB+DB)*1000/(CB-SH)] y el slugging (TB*1000/VB), una estadística que, si bien nos da una visión cercana sobre la calidad de un pelotero, lo cierto es que tiene varias limitantes.
La primera es que mide por igual los batazos no importa la situación de juego. Da igual un hit o un jonrón con las bases limpias, que uno con las bases llenas. O un cuadrangular en la primera entrada que uno en la novena para dejar al campo al rival.
Otra limitación es que beneficia a los bateadores de alto average, pues si miramos bien en la fórmula, los hits se cuentan doble, pues tanto para el cálculo del OBP como para el del slugging, hay que tenerlos en cuenta. De ahí que un jugador, sólo con tener un average sobre 300 y no dar extrabases ni recibir boletos o dead balls, ya asegura un OPS superior a 600.
Otros beneficiados son los sluggers sobre los jugadores de tacto, pues el SLG es, en promedio, muy superior al OBP, por tanto los bateadores que conecten muchos extrabases, siempre tendrán un OPS elevado, aunque su promedio de embasado no sea bueno.
Entonces: ¿El OPS mide realmente la integralidad entre dos o más bateadores? Pues la respuesta sería, hasta cierto punto, pero existen otras variantes mucho más exactas. Hoy veremos una de ellas, el muy conocido en Grandes Ligas OPS + aunque para el público cubano es una métrica prácticamente pasada por alto.
Primero: ¿Cómo se calcula el OPS +? Ya habíamos dicho que el OPS tradicional beneficia a los sluggers, pues el SLG promedio es casi el doble del OBP promedio en una temporada, entonces en esta nueva variante, se ajustan ambos promedios a la misma escala y además se ajustan los rendimientos en dependencia del estadio donde se juegue. Para nadie es un secreto que la variable de jugar más en un determinado terreno, beneficia o perjudica a los bateadores. La fórmula queda así:
OPS + = 100 X [OBP/lg OBP + SLG/lg SLG]
Donde lg OBP y lg SLG representan los OBP y SLG promedios de la Liga ajustado al estadio donde juegan.
Ahora: ¿qué representa el resultado obtenido? Pues un jugador promedio debe tener un OPS + de 100, por tanto, cualquier valor por encima de 100 será positivo.
Por ejemplo, un jugador que tenga un OPS+ de 130, quiere decir que está un 30 por ciento por encima de la media de su liga. Por supuesto, un valor inferior a 100, nos da la idea que el rendimiento está por debajo de la media y por tanto es muy negativo.
Dicho todo esto, podemos acercarnos a los líderes de la temporada en éste importante acápite y quienes han sido los mejores cubanos en este 2021.
Para la Liga Nacional y en general el mejor OPS + de las Grandes Ligas, es el de Fernando Tatis Jr. Él alcanza la increíble cifra de 174. El dominicano de apenas 22 años tiene 37 jonrones y 85 empujadas en 105 juegos, y presenta un OPS de 1005, el segundo mejor en Las Mayores.
Muy cerca y liderando la Liga Americana está Vladimir Guerrero Jr. quien suma 172. Guerrero es el de mayor OPS en Las Mayores con 1014, producto de un OBP de 410 y SLG de 604. El nacido en Montreal hace poco más de 22 años ya arribó a la cifra de 40 jonrones y está a 2 remolques de las 100, todo eso en 135 partidos disputados. Su average es de 321 y en este momento puede aspirar a la triple corona de bateo, aunque para eso tiene que tener un cierre espectacular.
Entrando en la armada cubana, el de mejor OPS+ se llama Yasmani Grandal, pero las comparecencias al bate no lo acompañan. El receptor de los White Sox, en 70 partidos y 276 CB muestra un 161 como resultado, evidenciando que un average alto no es tan relevante en el béisbol cuando produces y te embasas.
Grandal, a pesar de batear para anémico 227, tiene un OBP espectacular de 415, producto, sobre todo, de los 66 boletos recibidos, además, gracias al tremendo poder que ha desarrollado, 19 jonrones, acumula un ISO de 305, cifra que le ha permitido, amen de su bajo average, alcanzar un SLG de 532.
Ahora, dentro de los que sí han logrado las Comparecencias al Bate necesarias, Yordan Álvarez ha sido el de mejores resultados con un 136 como OPS+, ocupando el lugar 19 en todas las Grandes Ligas y el 8vo en la Liga Americana. Siendo, además, el cubano con mejor slugging y OPS de la temporada, además de el quinto en OBP.
Echémosle un vistazo al listado cubano completo:
- Yasmani Grandal * 161
- Luis Robert * 153
- Yordan Álvarez 136
- Yulieski Gurriel 135
- Randy Arozarena 133
- José Abreu 131
- Yandy Díaz 113
- Yoan Moncada 113
- Adolis García 109
- Yadiel Hernandez * 107
- Lourdes Gurriel Jr 106
- Aledmys Díaz * 106
- Andy Ibáñez * 97
- Jorge Soler 94
- José Iglesias 83
- Guillermo Heredia * 77
- José Barrero * 40
Con * todos los peloteros que no suman las Comparecencias al Bate necesarias (3.1/JJ)
Como observamos, grandes diferencias en OPS, como por ejemplo entre Randy Arozarena (820) y Yulieski Gurriel (860) o Yordan Álvarez (878) se ven reducidas a 2 o 3 puntos en el OPS+ resultado del ajuste hecho según el estadio y de la unificación de la escala entre el OBP y el SLG.
Sin dudas, una estadística más iluminadora para determinar quienes han sido los bateadores más integrales en este 2021 y como se ven los cubanos respecto a sus respectivas ligas. De 17 jugadores de posición nacidos en Cuba que han visto acción en la campaña, el 70.5 % tiene un resultado positivo, o sea, un OPS + superior a 100, rendimiento éste que puede considerarse excelente.
De los que han sido regulares absolutos en sus respectivos equipos, sólo Jorge Soler y José Iglesias muestran un OPS + negativo (menor que 100), por lo que no es casualidad que fueran, precisamente los dos que hayan sido canjeados o dejados en libertad por sus organizaciones está campaña.
Aunque es una estadística con limitaciones, pues no incluye las carreras impulsadas o las creadas, además de no discriminar entre las diferentes situaciones de juego; aún así vale la pena tenerla en cuenta y es una herramienta importante a la hora de determinar nuestro MVP. Por ahora es todo, ya nos veremos en la próxima.