Por Álex Fernández Fernández
Para que finalmente Detroit Tigers le den la confianza total, el cuabano Andy Ibáñez, volverá a necesitar actuaciones importantes ante un elenco de nivel como lo es Atlanta Braves.
Aunque el cubano apenas batea. 225 en la temporada, pues los juegos con multihits le abrirán las puertas de un equipo en reconstrucción.
En cinco turnos al bate anotó dos carreras, gracias a que entró en circulación tres veces por igual cantidad de imparables. Todo en un juego en el que los anfitriones de Detroit se habían ido incluso delante en el marcador 4×0, sin embargo al final del choque se verían perdiendo.
El primer turno al bate del cubano contra el abridor Spencer Strider, terminó con elevado al derecho a las manos de Ronald Acuña Jr.
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Luego aprovechó un lanzamiento, algo en la zona de afuera, para conectar imparable al jardín derecho también ante el abridor.
En la baja de la quinta no pudo empujar a los corredores de segunda y tercera. Se ponchó ante el propio Strider quien utilizó su bola rápida para liquidarlo.
Otra vez en la octava entrada, le sacó ventaja a un envío en la zona de afuera para conectar indiscutible. Más sólido este, pero al right field. Estaba en cuenta de 2-2 ante el relevista de los Bravos.
Para la novena guardó su conexión más sólida ante su coterráneo Raisel Iglesias, uno de los mejores del staff rival. A 101.7mph salió la línea al jardín izquierdo.
En los últimos siete desafíos el natural de la Isla de la Juventud ha pegado ocho hits, dos empujadas, cinco anotadas y dos jonrones. Números nada despreciables en una campaña de altibajos y donde ha logrado dar cuatro bambinazos. Su OPS es de .673.