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Entre actas envejecidas y periódicos frágiles, en archivos donde no alcanza el eco de las narrativas oficialistas, permanece una de las gestas más significativas del beisbol cubano. Se trata de un episodio escasamente abordado por la historiografía tradicional, en parte porque no encaja del todo en los relatos posteriores que atribuyen a la Revolución los principales avances en materia de integración racial. Nos referimos a la historia del San Francisco Base Ball Club.
Su coronación en el año 1900, como primer equipo integrado mayoritariamente por jugadores negros, admitido plenamente en la Liga Cubana, no fue un hecho aislado, sino el resultado de un largo proceso de resistencia frente al prejuicio social, al clasismo y un racismo estructural que en aquellos años se encontraba normalizado.
Raíces en las sombras
A finales del siglo XIX, mientras Cuba intentaba redefinirse tras la salida del dominio español, el beisbol reflejaba tensiones sociales paralelas. Aunque la Liga Cubana no aplicaba una segregación formal, persistían barreras que limitaban la presencia de jugadores negros y mestizos y marginaban a los equipos integrados completamente por ellos.
Muchos de estos peloteros, hijos o nietos de esclavos, abrazaron con entusiasmo el nuevo deporte norteamericano, pero quedaron confinados a circuitos alternos. Para 1887 ya existían clubes organizados por “personas de color”, como Universo, Fraternidad y Comercio, observados por sectores de la élite blanca con abierta condescendencia. Estos equipos, además, no admitían jugadores blancos, reflejo de la compleja dinámica racial de la época. Paralelamente, en Matanzas y Cárdenas surgieron en esos mismos años conjuntos de jugadores negros que ofrecían exhibiciones públicas cada verano, consolidando una tradición beisbolera propia al margen de las estructuras oficiales.
El tono discriminatorio de la época quedó plasmado en un artículo publicado el 21 de julio de 1887 por “Galatea” en El Pitcher. Al reseñar un encuentro entre Fraternidad y Comercio, el cronista criticó la “pésima calidad” del juego y atribuyó los errores al desconocimiento de reglas básicas y a la “loca vanidad” de vestir un uniforme. Condescendiente, sugería estudiar la Guía de Beisbol para “moralizar” el deporte y corregir “prácticas viciosas”, considerando que estos clubes servían, en su opinión, como equipos de práctica para los conjuntos principales de la Liga General.
Esta visión no fue excepcional. Wenceslao Gálvez, miembro del Salón de la Fama de Cuba, describió en el capítulo “Base-Ball de Ébano” de su obra Base-Ball en Cuba cómo jóvenes aficionados blancos asistían a los partidos de equipos negros solo para burlarse. Los jugadores eran identificados no por su talento, sino por el nombre de sus antiguos amos. Este era, en esencia, el muro que enfrentaban: la exclusión institucional reforzada por una humillación cotidiana que los reducía a estereotipos derivados de su pasado servil.
Del rechazo a la antesala del reconocimiento
Sin embargo, los cambios políticos derivados del fin de la guerra comenzaron a modificar gradualmente el panorama. A pesar de la persistencia del prejuicio, el talento que florecía en los márgenes ya no podía ignorarse por completo.En 1899 se organizaron torneos exclusivos para clubes conformados con peloteros negros y mestizos como el Premio Particular. En estos certámenes, clubes como San Francisco, Cuba y Alejandría no solo elevaron su nivel competitivo, sino que también atrajeron a un público numeroso, demostrando una calidad de juego que desmentía las crónicas condescendientes.
Un ejemplo significativo ocurrió el 19 de noviembre de 1899, durante un partido de exhibición celebrado en el Almendares Park entre el San Francisco y el Criollo. Los llamados “carmelitas” dejaron al campo a sus rivales con marcador de 5-4, en un desafío descrito por la prensa como “uno de los encuentros más reñidos celebrados en esta capital”.
1900: el año en que la Liga se miró al espejo
El campeonato de 1900 estaba previsto para iniciar en enero, pero el calendario competitivo quedó en suspenso. La solicitud de ingreso del San Francisco BBC, primer club profesional integrado por jugadores negros, provocó una profunda crisis en la estructura directiva de la Liga.
La prensa habló de “disputas”. En realidad, se trataba de una resistencia racial orientada a preservar antiguos privilegios. Una carta anónima enviada al órgano oficial de la Liga General, El Base Ball, advertía que la inclusión del equipo podría generar “conflictos entre los jugadores” e incluso poner en riesgo la continuidad del campeonato.
Aunque la segregación no figuraba formalmente como principio rector, la Liga había mantenido durante años una cláusula restrictiva en el antiguo artículo 98, que limitaba la participación a jugadores blancos, españoles o extranjeros con determinado tiempo de residencia. Posteriormente, la reforma de sus estatutos incorporó explícitamente a los jugadores cubanos, junto a extranjeros con residencia de no menos de tres años, abriendo por primera vez una vía legal para la inclusión.
El conflicto evidenció la tensión entre la norma escrita y el prejuicio social.
En ese contexto surgieron voces discordantes dentro de la propia dirigencia. Delegados como L. F. Crespo, representante del Almendarista, y el tesorero Severino T. Solloso defendieron, tanto en las actas como en la prensa, una postura basada en principios de justicia, señalando que la discusión no debía girar en torno al color de la piel, sino en torno a la equidad deportiva.Tras meses de deliberaciones, la Liga cedió. La temporada se pospuso hasta mayo. Cuando finalmente se cantó el play ball, el San Francisco no ingresó al campeonato como una concesión, sino como una conquista.
El debut que transformó el diamante
El 17 de mayo de 1900, la historia dio un giro. El San Francisco debutó en el Almendares Park frente al Almendarista. Era mucho más que un juego de pelota: era una declaración de legitimidad.Programado como el segundo juego del campeonato, los «carmelitas» respondieron con contundencia. La crónica de El Base Ball elogió su juego sólido: «San Francisco anotó tempranamente en la primera entrada, capitalizando errores rivales con precisión impecable». Los «carmelitas» ganaron 9-3 en dos horas y 40 minutos. Un doble de Valdés y un triple de Benavides fueron pivotales.
La coronación: una serie decisiva frente al Habana
La temporada regular concluyó con un desempeño destacado. Bajo el liderazgo del jugador-manager Patrocinio Silverio, el San Francisco acumuló 17 victorias y 10 derrotas, asegurando su clasificación a la Serie Decisiva frente al poderoso Habana, al mejor de tres juegos.
- Primer juego (9 de diciembre): victoria de San Francisco 6-5, decidida en la alta del noveno episodio.
- Segundo juego (16 de diciembre): triunfo del Habana 5-3, igualando la serie.
- Tercer juego (23 de diciembre): el San Francisco anotó cuatro carreras en el tercer inning y resistió la reacción rival para imponerse 4-3.
El San Francisco BBC se coronó campeón de la Liga Cubana en su primera participación. El lanzador Salvador “Yoyo” Rosado, con 11 victorias, fue la figura central del campeonato. Junto a él destacaron los hermanos Carlos, Francisco y Ángel Morán, así como Armando Cabañas, Rogelio Valdés y Manuel “Mulatón” Martínez, quienes luego desarrollarían trayectorias notables en el beisbol cubano.
Una puerta abierta para siempre
El San Francisco participó en apenas cinco temporadas, pero esa cifra es secundaria. Su campeonato de 1900 basta para sostener un legado que toca las fibras más profundas del beisbol cubano y, en realidad, del beisbol mundial. Aquel triunfo no solo confirmó la plena integración de jugadores negros en la Liga Cubana, sino que también abrió un espacio sin precedentes para los peloteros afroamericanos, quienes encontraron en Cuba un terreno donde eran recibidos sin reservas, décadas antes de que las Grandes Ligas rompieran su propia barrera racial. Así se asomaba la nueva Cuba al siglo XX: con un beisbol genuinamente integrado, aun antes de contar con una Constitución propia y de proclamarse oficialmente como una República libre e independiente.
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Diseñador Gráfico y Experto en Deportes
Especialista en deportes y experto en béisbol cubano y su historia, con un profundo conocimiento del diseño gráfico aplicado al ámbito deportivo.