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El equipo de fútbol sala que representa a la provincia de Pinar del Río fue noticia en el deporte cubano el pasado 9 de agosto, cuando se conoció de un vergonzoso robo que sufrieron en su estancia en el motel Mulgoba, en La Habana. Pero, este conjunto padeció de otros percances e incluso de una radical prohibición que los afectará enormemente.
No bastó la situación del hurto y que una vez que concluyeron sus acciones en la capital del país tuvieron que esperar cinco largas horas para abordar el transporte que los retornó a sus hogares. A todo esto se le sumó un dictamen oficial que para algunos se antojó como desmedido.
Otro escándalo en el deporte cubano
Según reportó el periodista Ernesto Amaya Esquivel, los atletas del territorio más occidental de Cuba no podrán jugar más en su sede del tabloncillo 19 de noviembre en lo que resta de campeonato nacional, debido a una serie de factores que derrumbaron esta posibilidad. De esta manera, los seguidores de los pinareños no podrán disfrutar de las actuaciones de su combinado.
La génesis de tal prohibición se basó en dos asuntos que entorpecieron la tranquilidad en el deporte cubano. En un primer momento, las pésimas condiciones del terreno dieron comienzo a una sanción que se mostró exigente. Sin embargo, el punto decisivo ocurrió tras una seria transgresión.
Los directivos de Pinar del Río no fueron capaces de garantizar la seguridad del recinto y en la etapa clasificatoria ocurrió un percance que pudo tener consecuencias nefastas. Una riña entre el público y un combinado visitante fue el colmo de la situación. Una lucha física se escenificó en el tabloncillo 19 de noviembre y esto dejó en evidencia cualquier planificación de los dirigentes del territorio señalado.
Pormenores del suceso
Los representantes de La Habana fueron quienes sufrieron esta realidad, cuando varios aficionados se abalanzaron sobre ellos y una pugna se hizo inevitable. Obviamente, los reclamos posteriores apuntaron directamente a las deficiencias de la organización y el castigo apareció.
Las opiniones se dividieron en dos bandos y cada uno de ellos defendió su ideal con teorías interesantes. Lo cierto es, que el principal afectado en todo este revuelo es el equipo de fútbol sala de Pinar del Río, quienes perdieron la posibilidad de actuar como locales en la cancha que habitualmente sirvió para este propósito.
El destino se cansó de repartir las desgracias de manera equitativa y se ensañó con los atletas en cuestión. En apenas tres días, los implicados recibieron un azote verdaderamente increíble. El balompié cubano, en su modalidad de sala, ahondó más la constante crisis que vive la actividad física en la Mayor de las Antillas.
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Cronista del Universo Atlético y Analista de Béisbol con experiencia en varios sitios web. Licenciado en Cultura Física con 17 años como entrenador deportivo. Desde marzo de 2023, miembro del equipo editorial de Swing Completo para la cobertura de Grandes Ligas y Pelota Cubana.