Las historias de éxitos y títulos en la NBA son interminables, con varios atletas triunfando en el mejor baloncesto del mundo. Sin embargo, en otras ocasiones la tristeza se apoderó de los días, ante sucesos desafortunados. Lamentablemente, el exatleta Scot Pollard está viviendo una situación en extremo delicada.
El estadounidense se debate en una desesperada encrucijada, a la espera de un proceder quirúrgico que se antoja muy difícil de efectuar. Cada minuto que pasó fue una herida en este suceso, pues la prontitud de las acciones puede significar una salida feliz a lo ocurrido.
Pollard padece de una rara condición cardíaca, que hace que su corazón lata 10.000 veces al día, según reportó el medio Mundo Deportivo. La citada fuente hizo alusión al hecho que Scot ingresó el martes 6 de febrero, a una unidad de cuidados intensivos, en la ciudad de Nashville.
El afectado necesita de inmediato un trasplante, pero no es tan fácil conseguir un potencial donante debido a un aspecto en específico. Pollard mide 2.11 metros de estatura y pesa 126 kilogramos, por lo que obviamente necesita un corazón de alguien similar a sus características físicas. Este es un punto neurálgico que entorpeció todo desde el comienzo.
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Desafortunadas noticias para excampeón de NBA
La calidad de vida del exatleta disminuyó considerablemente. El padre de Pollard falleció por esa misma afección cuando contaba con 54 años, lo que es una señal de alarma. El representante de NBA padeció de un virus en el año 2021 que agravó aún más su condición. La situación se tornó insostenible en las últimas horas y se decidió tomar el camino del trasplante.
Este caso necesita resolverse con celeridad, ya que una vida está en juego. El norteño tiene ante sí la posibilidad de anotar su mejor canasta: la de la supervivencia.
Scot Pollard tuvo una carrera de 11 años en NBA, en la que formó parte de los equipos Detroit Pistons, Sacramento Kings, Indiana Pacers, Cleveland Cavaliers y Boston Celtics. La corona de Boston en el año 2008 resultó mágica para el nacido en Utah, quien saboreó las mieles del triunfo.
El reloj sigue su inexorable paso. El estado de salud del paciente está en una delgada cuerda floja. Los aficionados esperan que aparezca una donación lo más rápido posible.