El infielder dominicano de los Cincinnati Reds, Elly de la Cruz, está demostrando sobre el terreno de juego de MLB que lo de «prospectazo» no le queda grande. Obviamente, poco a poco irá disminuyendo su ritmo pero al menos en sus primeros compases, ha hecho de casi de todo en los tres partidos que ha jugado ante Los Angeles Dodgers.
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Elly bateó de 3-1 el martes con su primer extrabase en las Mayores, un doblete a Tony Gonsolin que salió de su bate a 112 mph. También recibió sus primeros boletos, se ponchó y anotó carrera.
Un día después le botó la pelota a Noah Syndergaard, un jonronazo a 458 pies de distancia, su estreno en MLB. Esa bola salió de su bate a 114.8 mph y casi la manda más allá de los límites del terreno, impulsando su primera carrera de por vida. En ese mismo juego, Elly soltó triple entre center y right, su primero de por vida, haciendo la carrera más rápida de home a tercera desde 2020.
Este jueves fue también de estreno para Elly, pues luego de conectar su primer sencillo en Grandes Ligas (todos los demás imparables habían sido extrabases) ante el mismísimo Clayton Kershaw, sumó la primera base robada de su carrera.
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La jugada fue en la parte alta del segundo inning, unos minutos después del mencionado hit, cuando Elly aprovechó un lanzamiento lento del zurdo de los Dodgers, para colarse en la intermedia. Kershaw lanzó una curva a solo 73 mph en zona alta a Tyler Stephenson y el talentoso dominicano emprendió carrera hacia la segunda base, a donde llegó deslizándose de manos.
Elly apenas necesitó 4.30 segundos para recorrer la distancia entre las almohadillas, en tanto el máscara Austin Barnes muy poco pudo hacer. El tiro llegó tarde y desviado al guante del camarero cubano Miguel Vargas.