Álex Fernández Fernández
José Dariel Abreu precisó 265 días para volver a experimentar la sensación de pegar un cuadrangular en el Big Show. Dura temporada esta que le tiene con solo .233 de average.
Tuvo que llegar un partido en el Ring Central Coliseum, en Oakland. Se volvió loco con su primer jonrón para los de Houston Astros.
Habían pasado 67 partidos desde su último bambinazo con los de Chicago White Sox. Su ex equipo, que le tiene como figura de talla histórica tras aquel MVP de la Americana de 2020.
Pero este año las cosas no van cómo se esperaba de un jugador que vino a buscar un posible anillo de Serie Mundial con el actual campeón. Su SLG es de apenas .320. Llegó a tener hace tres campañas .617. Una barbaridad.
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Los números han quedado por debajo de las expectativas. Veamos.
Los cuatro jonrones y 33 empujadas están muy distantes de sus reales potencialidades.
Hablamos de un jugador que en seis oportunidades ha igualado o superado las 100 remolcadas desde su debut en 2014. La máxima la estableció en 2019 con 123.
El OPS también está por detrás. Hoy tiene .609, muy distante del .848 histórico en todas sus temporadas. En tanto en sus 66 partidos ha anotado sólo en 20 ocasiones.
En 253 veces al bate ha pegado 59 indiscutibles con los siderales. Ha recorrido 81 bases, con 10 dobles. Recordemos que el año pasado pegó 40 con 75 empujadas.
También su diferencia en cuanto a boletos y ponche es negativa: 18 pasaportes y 64 chocolates.
Tras romper la racha sin pegar de jonrón, la prensa especializada analizó la situación de “Pito” Abreu.
En este lapso, el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 2020 dejó una discreta línea ofensiva (Average/Promedio de embasado/Slugging) de .222/.282/.276, con solo 26 impulsadas y 14 dobles como únicos extrabases en 280 comparecencias al plato.
Lo peor es que los problemas de poder no se reducen solo a estos 67 duelos, porque Abreu casi que empató sus dos rachas más prolongadas sin jonrones en MLB.
Para acentuar esto último están sus estadísticas de Rol./Ele. en la cual exhibe un 0.93, lejos de su media histórica de 1.14. Llama la atención la disminución en el poder de Abreu.
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Su primer jonrón con Houston viajó 363 pies. Esta no ha sido la tónica de los 244 cuadrangulares de “Pito” en su carrera, de los cuales solo 18 han recorrido 363 pies o menos, según Statcast.
Pero en los últimos partidos ha habido un despertar en el rendimiento del primera base que ha jugado 62 juegos.
En los más recientes siete compromisos tiene 12 hits, cuatro anotadas. De los imparables, tres son cuadrangulares. Tiene un promedio de .400 y un OBP de .419. Y SLG de .767.
En su último choque contra Washington Nationals, anotó dos carreras, tres hits, un jonrón y tres empujadas.
Evidentemente van tomando las cosas su nivel, el mismo que le ha caracterizado desde su llegada a Las Mayores donde está considerado uno de los mejores de los últimos 10 años si hablamos de empujadas.
Además mucha falta que le hace a un equipo que recién llevó a la lista de lesionados a su mejor bateador, Yordan Álvarez, pero que aún tiene contrastados como Kyle Tucker, Alex Bregman o José Altuve.
Sin embargo Dusty Baker precisará de los servicios de este caballo cubano si pretende Houston (39-29) alzarse nuevamente con el Banderín del Oeste de la Americana, y que por el momento tiene a Texas Rangers en el primer puesto con 42 y 25.