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La Serie Selectiva de Béisbol es uno de los torneos más recordados y añorados por la afición beisbolera de Cuba. Este certamen, que se disputó entre 1975 y 1995, consistió en un torneo de altísima calidad que enfrentó a los mejores talentos del béisbol cubano.
Durante sus 21 ediciones, la competencia reunió a los equipos más destacados, con un nivel comparable al de la Triple A en los Estados Unidos, según los expertos.
La Primera Edición de las Series Selectivas Cubanas: 1975
La primera edición de este campeonato tan emblemático se celebró en 1975 y fue ganada por Oriente, bajo la dirección del manzanillero José “Pepín” Carrillo.
Este triunfo no fue casualidad, ya que Oriente obtuvo su lugar en la competencia tras llevar a su equipo, los Cafetaleros, al tercer lugar en la fase clasificatoria.
Al principio, el certamen no llevaba el nombre de «Serie Selectiva». La prensa de entonces lo denominó de diversas formas como: “Campeonato Nacional en su fase Selectiva”, “Torneo de Béisbol de la Selectividad” o simplemente “fase Élite”.
El asunto se complicó porque simultáneamente se jugó el llamado “Torneo Especial”, que no tuvo la cobertura que se esperaba.
Sin embargo, hacia el final de la competencia, en abril de 1975, el torneo adoptó el nombre que perdura hasta el día de hoy: Serie Selectiva de Béisbol.
El Desarrollo del Torneo
Los entendidos no se equivocaron cuando en los pronósticos vertidos antes de escucharse la voz de ¡A jugar! dieron como favorito al elenco oriental, el más equilibrado de los siete equipos participantes.
Los otros conjuntos de esa primera edición de las Series Selectivas Cubanas fueron: Pinar del Río, Habana, Industriales, Matanzas, Las Villas y Camagüey.
Antes de iniciarse la contienda, la capital ya se veía en desventaja: fue la única provincia que incluyó a dos escuadras, Habana e Industriales, selecciones que se conformaron con los jugadores que participaron en la etapa clasificatoria de ese año, provenientes del campeón Agricultores, del subcampeón Constructores y de Metropolitanos, ocupante del sexto escaño.
Oriente asistió a la Selectiva con un solo elenco, extraído también de tres equipos: Cafetaleros [7.º], Serranos [9.º] y Mineros [10.º].
El domingo 23 de febrero se iniciaron las hostilidades de la I Serie Selectiva con un doble juego en el parque Latinoamericano de la capital cubana. Camagüey y Oriente salieron airosos en esa jornada inaugural que marcó la despedida como jugador activo del estelar jugador Urbano González.
Oriente se mantuvo invicto en sus tres primeras apariciones, pero en su siguiente presentación fue blanqueado por el zurdo de Industriales Leopoldo Márquez en un duelazo 1-0 contra Braudilio Vinent.
En las semanas que siguieron, Camagüey e Industriales también se sentaron en el trono de la lid, y no fue hasta finales de marzo que se clarificó la tabla de posiciones.
La barrida que le dio el título a Oriente
Oriente visitó al “Cándido González” con medio juego de desventaja del líder Camagüey.
El jueves 27 de marzo, 3 partidos después, las “avispas negras” salían de ese estadio con ventaja de 2,5 en la cima, luego pasarle la escoba a los agramontinos.
Los abridores Gregorio Pérez, Braudilio Vinent y Rafael Castillo lanzaron partidos completos, permitiendo solo dos carreras en total —Pérez y Vinent propinaron blanqueadas—, con 16 jits permitidos en 27 entradas.
Ahí se decidió prácticamente la contienda, pues Oriente ya no se bajó de la cúspide.
El matancero Eduardo Terry fue designado el Novato del Año.
Legado de las Series Selectivas Cubanas
La Serie Selectiva se consolidó como una de las competencias más emblemáticas del béisbol cubano post-1959.
Durante su existencia, fue un escenario donde se dieron cita los mejores jugadores de la isla, muchos de los cuales luego se destacaron en la Serie Nacional y en otras ligas internacionales.
Aunque el torneo dejó de celebrarse en 1995, su legado sigue vivo en la memoria de los aficionados, quienes siempre añoran aquellos años de gran nivel competitivo.
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Redactor deportivo en la emisora radial COCO de La Habana, años ochenta. Trabajó muchos años como reportero en México. Especialista e historiador del beisbol cubano. Autor de varios libros, entre ellos: «BÉISBOL Cómo describirlo : Disfrute las mil maneras de relatarlo».