Por Alexander García Milián
Serían los perdidos, los desaparecidos, los excluidos, los renegados, así los llamarían no pocos; otros los nombraría agradecidos. Lo cierto es que Jorge Fuentes, Eduardo Martín Saura, Germán Mesa, Ermidelio Urrutia ya no se les ve “ni el pelo” para decirlo en buen cubano.
Sí sabemos, de Pacheco, Pierre, Marquetti, Lourdes Gourriel, sabemos que tomaron la decisión de hombres, de ser hombres en toda la extensión de la palabra y dejando al lado discursillos gastados, faltos de todo, se lanzaron a la búsqueda de su futuro, de un futuro prometido que nunca llegó y entonces a la primera oportunidad,- ¡Zasss!-
Pero esos de aquí, los otros también son de aquí-como tantos- pero bueno, me refiero al hecho de la supuesta o posible presencia de Fuentes, Saura, Germán y Urrutia padre en la Isla o en cuestiones inherentes a intereses de la federación; pero nadie dice nada de ellos, nadie explica,- ¡Cuánta falta hacen ahora!- Hombres así son los que deben tener las riendas de los seleccionados nacionales y vuelvo a preguntar,- ¿Donde están?
Puede que de embajadores, de emisarios, de la “banda” de Higinio y compañía; fuentes estuvo en México igual que Martín Saura, con Campeche anduvieron par de años hasta que cesaron al pinareño. Ermidelio estuvo por el Latino, se tomó unas fotos con su hijo Henry y Alexey Ramírez pero de ahí, más nada. Los otros ni pies ni pisadas…
Aquí vuelvo a preguntar,- ¿Nos podemos dar el lujo de tener fuera a estos entrenadores?; sí a esta pregunta le añadimos que todos son Doctores, gente de ciencia, personas que han estudiado los fundamentos del béisbol.
El secretismo vuelve a estar presente, para algunos nunca existieron, otros ni los recuerdan y es lo mismo. La verdad, es que de ellos ni las sombra. Breves menciones por aquí, leves recuerdos por allá. Urquiola desde que puso a temblar a la comisión- sepultado- Fuentes estuvo de compañero de Víctor en sus trajines con el Cuba- dígase II Clásico Mundial; luego las veleidades con las que de a poco van desechando a los que no pertenecen a la familia del “ capo ” Higinio, le paso factura sin dudas.
Por su parte Martín Saura desde que soltó el Villa Clara, solo se conoció que estaba en la Academia de los Piratas de Campeche. De ahí, primero con la situación de Despaigne y su pasaporte y luego con el despido de Jorge Fuentes,- sayonara –
En un contexto donde al más puro estilo de Mishima,- y tocando al japonés en términos de lenguaje, hacerse el harakiri y permitir lo que no quieren, hacer lo que no desean- profesionalizar nuestra pelota- es la opción 0 de la Comisión Nacional. En instantes así, personas como Jorge Fuentes, Germán Mesa, Eduardo Martín, nadie al día de hoy sabe a ciencia cierta que es de sus vidas.
Los agradecidos, en términos oficialistas y en una mirada certera de su arraigo y resistencia a pesar de los múltiples problemas y las vicisitudes por las que pasa nuestra pelota. Estos grandes conocedores de béisbol son más necesarios que nunca. ¿ Me dice alguien por dónde andan?