Por Juan Páez / @jmanupz
Con el arranque de los entrenamientos primaverales se renuevan los sueños para la próxima temporada de las Grandes Ligas. Ciertamente, están los peloteros consolidados que solo se enfocan en prepararse para una larga campaña de seis meses, pero otros intentan dejar una buena impresión para el futuro o, de una vez, ganarse un puesto en el equipo grande de su organización.
Diferentes son los casos que veremos a continuación, cinco nombres cubanos que asistieron al spring training todos como miembros del roster de 40 de su club, algo que les dejará el camino mucho más fácil para lograr sus objetivos.
1) Jorge Soler, Reales de Kansas City: Este jardinero afronta un escenario particular. Debe redimirse de una primera zafra terrible con los monarcas. Trabajó para eso en el receso, en vez de tomarse vacaciones, una razón para creer que el talento de Soler podría finalmente explotar del todo en 2018 a punta de jonrones, menos ponches y más promedio en el corazón del lineup del mánager Ned Yost.
En 2017, tras llegar en cambio desde los Cachorros de Chicago, no llenó las expectativas del cuerpo técnico de los Reales. Incluso, a mitad de temporada, fue a parar a ligas menores. Esta vez, con más confianza y menos peso, Soler vivirá uno de los años más cruciales en su carrera. En época de primavera, durante los juegos de preparación, le toca dejar un buen sabor de boca, a fin de comenzar quizás como el outfielder titular y el cuarto bate de Kansas City y no como un jugador más en Triple A.
2) Ariel Miranda, Marineros de Seattle: Este zurdo tiene mucho por hacer en los entrenamientos. Primero debe demostrarle al mánager Scout Servais y al resto de los coaches de los navieros que está apto para nuevamente ser uno de los abridores del conjunto nauta. Y segundo, tiene que probar que puede mantener la pelota dentro del parque.
En 2017, permitió 37 estacazos de vuelta completa, la segunda cantidad más alta de la Gran Carpa, solo superada por los 38 de Rick Porcello. Por culpa de los cuadrangulares recibidos, en parte, sí efectividad estuvo entre las peores del big show (5.12).
Miranda tendrá que lograr más aperturas de aquellas que le hicieron parecer una promesa, para lograr que uno de los cupos en la rotación de Seattle lleve su nombre. De lo contrario, tendrá un retroceso en su carrera al ser enviado al bullpen para ser relevista largo o, en el peor de los casos, arreglar sus problemas en las sucursales.
3) Leonys Martín, Tigres de Detroit: El caso de Martín pudo ser mucho peor, luego de que desaprovechara la oportunidad de jugar a diario con los Marineros y pasara a los Cachorros sin pena ni gloria. Cuando se pensaba que obtendría, quizás, un contrato de ligas menores con invitación al campo de entrenamiento, los bengalíes le ofrecieron un chance en las Grandes Ligas.
Puede ser el club perfecto para que el antillano, ahora sí, demuestre que puede jugar a diario en la Gran Carpa.
Los felinos afrontan un duro proceso de reestructuración y no le será muy difícil ser uno de los patrulleros del conjunto dirigido por Ron Gardenhire. Pero algo sí tiene seguro: debe batear. Un comienzo como el que tuvo en Seattle puede hacer que los Tigres no esperen mucho por él.
4) Yasmany Tomás, Diamondbacks de Arizona: Este podría ser el caso más importante de estos cinco. Le restan tres años en su contrato y más de 40 millones de dólares, pero los desérticos quieren ponerlo a prueba. ¿Quiere ser titular en la próxima temporada? Tendrá que luchar por ello en el spring training.
El “Tanque” cargará con la tarea de dejar atrás las lesiones que lo limitaron en 2017 y el arresto por manejar a alta velocidad.
Además tendrá que batear, batear y batear hasta que el mánager Torey Lovullo diga “el puesto es tuyo” y Arizona desista de la idea de conseguir otro jardinero.
5) Rusney Castillo, Medias Rojas de Boston: En esta lista no podía faltar el sempiterno Castillo. Tiene años tratando de impresionar a los Medias Rojas y este podría ser el mejor año para el toletero. Ya tuvo un buen año en Triple A con el Pawtucket y viene de dos buenas campañas en Puerto Rico, con dos títulos seguidos en la Serie del Caribe.
Los patirrojos ignoraron todo lo que hizo el cubano en 2017. También fue lógico porque en ningún momento lo necesitaron, pues su outfield está copado: Andrew Benintendi, Jackie Bradley Jr. y Mookie Betts le tienen el camino cerrado a Rusney, pero todo parece indicar que si el derecho sigue por el mismo camino, podría recibir la oportunidad que no tiene desde 2016.