Sin dudas la jugada más espectacular en el béisbol es el cuadrangular, pero cuando este llega para definir un partido y dejar al campo al rival, el drama y la tensión llevan el disfrute o el sufrimiento del batazo a un nivel aún mayor, es, sin temor a equivocarme, el éxtasis mayor en un juego de pelota.
En la temporada 2022 de las Grandes Ligas se conectaron un total de 60 Walk Off Home Runs, o jonrones para dejar al campo a un equipo, de ellos, la página oficial de la MLB eligió a sus diez favoritos, entre ellos no podía faltar la representación cubana.
Comenzamos en orden cronológico y el primero de ellos es de Seth Beer, de los Diamondback, conectado ante los Padres de San Diego el 7 de abril. Con el choque en contra 2×1, hombres en segunda y tercera y en el Día Nacional de la Cerveza en los Estados Unidos (beer en inglés), Beer desapareció la pelota por el jardín izquierdo para volver su estadio un verdadero manicomio.
El segundo en la lista es el conectado por Bryon Buxton, de los Twins, el 24 de abril ante los Chicago White Sox, en la décima entrada y con el choque en contra 4×3. En conteo de 3-1 y hombres en segunda y tercera, Buxton conectó un estacazo de 469 pies, el más largo de ese tipo en la historia de Statcast.
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Imposible olvidar la jornada de Brendan Rodgers, de Colorado, el primero de junio, cuando disparó tres bambinazos ante los Marlins, el último de ellos para dejar al campo al conjunto de Miami que ganaba 12×11 en la décima entrada. La conexión encontró un compañero en segunda base.
Bryson Stott conectó un batazo bestial el 5 de junio ante los Ángels. Los Phillies venían de una semana negativa tras el despido del mánager Joe Giraldi y con este lineazo por la banda derecha, Stott inició lo que sería una tremenda barrida sobre los Angelinos y el inicio del repunte de unos Phillies que no pararon hasta llegar a la Serie Mundial.
Riley Greene, de Detroit, dejó tendidos sobre la grama a los Reales de Kansas City el 2 de julio. Greene, el mayor prospecto de su organización, vio como su debut no se pudo concretar hasta junio por una fractura en el pie derecho, pero ese día descargó toda su fuerza y mandó la pelota hasta los 432 pies por todo el jardín central del Comerika Park.
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Aaron Judge rompió el récord en jonrones para la Liga Americana, pero entre todos ellos, uno destacó sobre el resto, el conectado el 28 de julio para dejar al campo, precisamente a los Reales de Kansas City. El batazo rompió un empate a cero que perduró hasta la novena entrada y significó su tercer Walk Off Home Run de la temporada, récord para una campaña en su organización, igualando al legendario Mickey Mantle.
Eugenio Suárez no podía quedar fuera de esta lista, con su espectacular bambinazo que sirvió para que los Marineros dejaran sobre la grama a los, hasta ese momento campeones vigentes, los Bravos de Atlanta. La conexión rompió un empate a siete carreras en la novena entrada.
Ya casi cerrando la temporada regular, Cal Raleigh disparó el cuadrangular que mandó a los Marineros a la postemporada. Raleigh, quien vino de emergente, quebró el abrazo a uno que perduraba en el noveno episodio entre Seattle y Oakland. Este bambinazo fue el primero, para un emergente en toda la historia de la MLB que aseguró un puesto en playoffs para un equipo.
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En este conteo no podía faltar el bambinazo de Oscar González en Serie de Comodines entre los Guardianes y los Rays. El batazo llegó en la entrada número 15 y rompió el empate a cero más largo en la historia de la postemporada. Este récord sería quebrado semanas después durante la Serie Divisional entre Astros y Marineros, cuando estuvieron sin marcar durante 17 episodios. La conexión de González, a 410 pies, le dio el triunfo a los Guardianes.
Finalizando este conteo no podía faltar el representante de la Mayor de las Antillas y no podía ser otro que Yordan Álvarez, con ese histórico batazo en el juego 1 de la Serie Divisional ante Seatle. Con el choque 7×5 en contra de los Astros, Yordan borró la diferencia con un descomunal batazo que volvió al Minute Maid Park en un verdadero manicomio y dejó undidos a los Marineros, que nunca pudieron recuperarse y terminaron siendo barridos.
