Por Álex Fernández Fernández
Los Orioles no pierden la fe, y Cionel Pérez mucho menos.
Ya habíamos comentado por acá en Swing Completo lo expresado por el prestigioso escritor Will Leich:
i“..a pesar de algunos números secundarios no tan impresionantes, el zurdo cubano se ha visto sólido en Baltimore y ha sido una figura clave en su subestimado bullpen”.
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Ahora Cionel, quien desde la “clandestinidad” se está haciendo de un espacio propio, vino una vez más cuando el Camden Yard lo necesitaba para no dejar despegar al rival cuando este llegó a tener la casa repleta.
Ingresó de relevo en la novena con el juego por debajo 0x1 y le bastaron 18 lanzamientos para dejar el casillero del inning en cero.
Con la máxima a 97 millas, que incluyó la sinker endemoniada de su repertorio, ponchó a Rafael Devers, que es uno de los bateadores más temidos del circuito. Luego se complicó con Christian Arroyo a quien le dio boleto, pero acto seguido a otro peligroso como J.D Martínez, lo dominó en fly al jardín izquierdo.
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Mantuvo inmaculado su promedio de carreras limpias, ahora en 1.46, en tanto su WHIP es de 1.22. Sigue escalando en prestigio el matancero, en una franquicia que aún le resta para competir por el primer puesto en el Este de la Americana, pero que gracias a sus servicios no está en el fondo de la División.
«¡Bendito Cionel!» Dirán sus fanáticos.