El nombre de Luis Campillo es poco conocido por la actual generación de seguidores del béisbol cubano, pero el exlanzador dejó su huella en los terrenos de juego en la isla.
Campillo, posee el mérito de ser el pitcher de mejor control en la historia de los torneos de la Mayor de las Antillas, pues su estadística de 1.37 boletos por cada nueve inning lo encumbran en este apartado.
El derecho camagüeyano trabajó durante 16 Series Nacionales, en las que laboró en 1707 entradas, logrando 110 victorias con 96 fracasos y 10 juegos salvados.
Representando a la Ciudad de los Tinajones en los clásicos domésticos el monticulista propinó 22 lechadas, con un promedio de carreras limpias de 3.78. El jugador culminó su vida activa en el deporte con 740 ponches alcanzados y apenas 240 boletos regalados.
Sin embargo, el serpentinero vivió momentos amargos y tristes en su carrera deportiva, que le cerraron el camino de sus sueños en incontables ocasiones.
Luis Campillo narró su historia en el béisbol cubano
Luis Campillo ofreció una entrevista al canal de Youtube «La Comarca de los Toros», donde hizo un recorrido por su trayectoria, dejando a todos asombrados por dar a conocer situaciones que tocan la delgada línea de lo increíble.
La despedida del pitcher de las Series Nacionales fue un asunto que atravesó la tranquilidad del momento, ya que el motivo fue inaudito:
«Me sentía fuerte, me sentía joven, pero tuve que dejar de pitchear para hacerme cargo de la vivienda que me estaban construyendo, porque no me pudieron dar una vivienda según ellos, por eso tuve que dejar de pitchear para ir a hacer mi vivienda» narró Campillo al canal de Youtube.
Te puede interesar: ÚLTIMA HORA: Pedro Pablo Revilla ROMPIÓ CONTRATO con Federación Cubana
El pelotero hizo alusión al equipo de Holguín como la novena que le resultó más compleja para dominar, mientras que a la de Pinar del Río le trabajó siempre con relativa facilidad.
Antonio Scull y Daniel Lazo fueron los bateadores que resultaron verdugos frente a los envíos del diestro, según dio a conocer el propio atleta.
El camagüeyano tuvo números estadísticos muchas veces para integrar las filas de selecciones nacionales de Cuba para eventos internacionales, pero no pasó del equipo B, ya que siempre recibió la misma respuesta: no llegaba a 90 millas.
Preocupación
Luis Campillo mostró preocupación por el descontrol manifiesto de los lanzadores en el béisbol cubano actualmente, pero cree que puede corregirse realizando trabajos con objetivos específicos y muchas repeticiones.
Lanzar un juego completo con apenas 84 pelotas hacia el home plate es una de las conquistas del entrevistado, como muestra del exquisito control que poseía.
Finalmente, el protagonista manifestó su intención de ayudar al béisbol de su provincia, porque cree que puede ser útil para las noveles figuras en su formación atlética.
El béisbol cubano necesita de personas que sumen experiencias y proyectos para hacer crecer la calidad del deporte de las bolas y los strikes. Luis Campillo es de los infaltables en ese listado.