Por Franco Miguel Alvariño
Tan temprano como el primer inning, Randy Arozarena despachó la pelota y la puso más allá de las cercas del jardín izquierdo, a una distancia exacta de 386 pies. En conteo de un strike sin bolas, “El Cohete” abanicó una curva a 71 millas del zurdo Alexander Wells para igualar el marcador en Tropicana Field.
El segundo llegó en la parte baja del quinto episodio tras hacerle swing al primer envío en recta del propio Wells. Sin embargo, esta vez dirigió la conexión un poco más hacia el centro del terreno y puso la Rawlins a 428 pies del home plate sin corredores en las almohadillas, pero que también sirvió para empatar el juego.
Randy no conseguía cuadrangular desde el 17 de junio pasado. No obstante, ayer puso fin a esa racha precisamente frente a la escuadra de Baltimore, equipo al cual le ha despachado tres veces las costuras en apenas dos encuentros.
La impiedad del cubano sobre los Orioles es tal, que esta constituye la segunda ocasión en la que pega tres bambinazos en dos choques. Antes lo había hecho entre el 19 y 20 de mayo pasado, también ante la misma franquicia.
De esta forma ya suma su tercer partido consecutivo con múltiples imparables, pues anduvo de 4-2 en los choques precedentes. Sí, definitivamente deviene en castigador del conjunto del Estado de Maryland, Estados Unidos, a los que les promedia 438 de bateo de por vida, ante de este encuentro, por mucho su mayor victima.
El pinareño llegó a 13 estacazos en la temporada 2021 del Big Show y fácilmente podrá superar los 19 que le vaticinaban las proyecciones establecidas pre-competencia. Igualmente pudiera superar los 80 remolques, a pesar de que en algunos juegos ha alineado como primer bate de la tanda de los Rays.
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