En la cúspide del boxeo mundial es habitual ver retos públicos, los que persiguen encender la rivalidad y entablar una polémica que puede llevar en el futuro a un choque. William Scull (23-0), el pugilista cubano campeón mundial de la Federación Internacional de Boxeo, fue el autor de una de estas acciones en la fecha del 29 de enero y lanzó sus palabras contra el puertorriqueño Edgar Berlanga (22-1).
El matancero arremetió contra el boricua y no tuvo compasión con el aludido deportista. La historia entre estos dos atletas se cruzó a finales del año 2024, cuando Berlanga cayó ante Saúl «Canelo» Álvarez y William Scull obtuvo su corona universal ante Vladimir Shishkin.
En ese momento, comenzaron negociaciones para venideros compromisos. El cubano, con las ansias de seguir escalando a lo más alto, apuntó al propio «Canelo», pero esa opción se pausó por un momento. William Scull, a sabiendas que el tiempo es oro, continuó en la búsqueda de contrincantes y entre ellos surgió Edgar Berlanga.
El pacto entre ambos puede suceder, aunque el de Puerto Rico también tiene sus propios objetivos por cumplir y en su horizonte desea un oponente que le pueda ofrecer elevados dividendos económicos. Por lo tanto, el posible duelo con William Scull depende de muchos factores y algunos de ellos no están creados de manera objetiva.
William Scull retó públicamente a Edgar Berlanga
El nacido en Cuba calentó el ambiente y fue el protagonista de un video que dedicó a Berlanga. Agon Sports, empresa promotora de William Scull, publicó las imágenes en la red social Instagram y el fuego de la controversia apareció. Un nuevo capítulo en esta historia nació y las consecuencias son insospechadas.
«Esta es la única vez que te voy a mandar un mensaje y te voy a responder, porque yo no caigo en estas cosas. Si tú quieres hacer una gran pelea, haz una oferta a mi empresa y nosotros hablamos de negocios para hacer la pelea. Tú no eres nadie ni nunca lo has sido, tú siempre has sido un inflado y yo te voy a desinflar», dijo el rey de la Federación Internacional de Boxeo. «Los puertorriqueños no hablan tanto y demuestran. No hables tanto y vamos a pelear», culminó el caribeño.
Obviamente, las expectativas son un ingrediente muy utilizado entre los boxeadores y la polémica es un abono para dichas pretensiones. El ruido mediático muchas veces es tanto que termina por poner frente a frente a los que se enlazaron en topes verbales. William Scull lo sabe y lo quiso aprovechar a su favor.
Resta por ver si Edgar Berlanga responde a lo que sucedió o se mantiene en silencio y no le da seguimiento al reto que le plantearon. Las próximas horas serán cruciales en esta historia.
