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Si cualquier seguidor del boxeo cubano albergó alguna duda en cuanto a la relación que une al pugilista profesional William Scull con el oficialismo de su país de origen, semejante punto de vista se erradicó por completo, tras las declaraciones que se hicieron públicas el este 25 de septiembre. De esta manera, la idea que enlazó a las partes se solidificó aún más y en esta ocasión sin tapujos.
Alberto Puig De la Barca, Presidente de la Federación Cubana de Boxeo, le ofreció declaraciones a César Seda, especialista en la disciplina de los puños, a quien le expresó claramente que nunca existió una enemistad entre el matancero y la entidad que él dirige. Por el contrario, la salida del atleta de Cuba ocurrió cordialmente y no hubo ninguna polémica en esta acción.
Total libertad de movimiento para William Scull
«William Scull no tuvo ningún tipo de sanción. Él tuvo un problema en la articulación escapulohumeral y se le dio baja del equipo. Siguió trabajando en su provincia y después decidió ir para Argentina y empezó a prepararse en el boxeo profesional. Desde que estaba en Argentina iba prácticamente todos los años a Cuba. Incluso, participó como espectador en el último campeonato nacional que celebramos en Camagüey.», dijo el directivo.
El funcionario sacó a la luz lo que estuvo a la vista de todos una y otra vez. A pesar que William Scull se desempeña en el ámbito rentado e incluso logró la corona de la Federación Internacional de Boxeo en un momento dado, el habitual discurso de confrontación nunca estuvo dedicado al yumurino.
Alberto Puig De la Barca recordó las directrices que guían la relación de las autoridades del boxeo cubano con los compatriotas que se desempeñan en otras fronteras. La política es clara y no admite reclamación: aquellos que alzaron su voz para criticar alguna deficiencia en la isla están vetados completamente. Pero, William Scull no traspasó esta línea.
«No tiene ningún tipo de limitación. Incluso, en estos momentos está en Matanzas. Pueden entrar y salir sin ningún tipo de dificultad y tienen su atención en Cuba como cualquier otro boxeador, siempre y cuando respete a la Federación Cubana de Boxeo y no haga ningún tipo de conspiración verbal o práctica en contra del boxeo cubano y de nuestro país«, informó el dirigente.
La batalla por el trono de FIB tuvo a La Habana como posible sede
De la Barca recordó que incluso el atleta deseó dirimir su combate por la diadema de FIB en Cuba, aunque por cuestiones burocráticas este proyecto no se concretó. No obstante, el oficialismo de la Mayor de las Antillas nunca se opuso a este pensamiento.
«Él quería discutir el título mundial en La Habana, pero fue muy corto el tiempo. Él tiene las puertas abiertas para hacerlo«, finalizó.
En tiempos que figuras como Robeisy Ramírez, Yordenis Ugas, David Morrell Jr. y Leonardo Perdomo alzan su voz en señal de apoyo a quienes exigen mejorías en la isla, también existe un movimiento de atletas que decidieron mantener el silencio y no inmiscuirse en estos asuntos. El nombre de William Scull encabeza este listado.
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Cronista del Universo Atlético y Analista de Béisbol con experiencia en varios sitios web. Licenciado en Cultura Física con 17 años como entrenador deportivo. Desde marzo de 2023, miembro del equipo editorial de Swing Completo para la cobertura de Grandes Ligas y Pelota Cubana.