Por Damián Abreu
Willians Astudillo es uno de esos personajes infaltables en el béisbol de las Grandes Ligas. Sin ser el mejor bateador o tener el mejor guante, Astudillo consigue de vez en cuando robarse los focos por sus actuaciones. Su demarcación habitual en el terreno es dentro del infield, sin embargo, el nacido en Anzoátegui, es de los que pide la bola para lanzar cuando ya nadie quiere dar el paso.
En la noche del pasado lunes, Willians realizó su segunda aparición como lanzador en un juego durante esta temporada, la séptima de su carrera. Y como el siete es un número relacionado por los supersticiosos con la buena suerte, Astudillo retiró una entrada de manera cómoda y una vez más se robó los focos.
En un partido totalmente abierto, los Rojos de Cincinnati derrotaban a los Marlins de Miami por pizarra de 11 a 2. Ya los mejores efectivos de los de Miami había desfilado por la lomita y el entrenador del conjunto pensando conservar a sus cartas para el siguiente encuentro, recurrió a un brazo poco empleado pero dispuesto a completar la tarea.
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Fue entonces cuando Astudillo fue traído desde la intermedia para asumir el rol de relevista. Su tarea era dominar de la mejor manera posible la octava entrada completa para poder terminar una noche que se había hecho demasiado larga. ¡Y así lo hizo! Comenzó otorgándole boleto a Joey Votto pero rápido se compuso para retirar en fly a los jardines al siguiente bateador y posteriormente facturar un doble play en el que intervino él mismo para concluir la entrada.
Asi quedó saldada la segunda salida de Astudillo en la temporada 2022, en las cuales continua siendo indescifrable para los bateadores rivales, su actuación como lanzador se resume en (2.0IP, 0CL, 0H, BB). En el desafío debe destacarse que Astudillo comenzó alineando como camarero y se retiró con un indiscutible en la jornada.
