Alexander García Milián
Es otra de las grandes deudas que va dejando el equipo Cuba, la selección nacional y valga siempre la aclaración. El caso de Yosvani Alarcón es uno de los más preocupantes dentro de la escuadra cubana que compite en la Serie del Caribe de Béisbol. Bueno, ¿Qué no es preocupante con esta gente?
¿Qué sucede?, Aquí hace días, emitía un criterio acerca de la supuesta estelaridad de Yosvani Alarcón, un receptor que solo tiene la experiencia de la liga panameña sobre sus hombros y nada más.
El tunero se nota ansioso; – seguiré con la misma estrategia, irle al primer lanzamiento siempre- declaraba Alarcón a Aurelio Prieto hace par de semanas. Y así, a cabalidad a cumplido el hombre, un tipo de palabra, diría yo.
Ni contra México, en los dos partidos, ni contra Venezuela, Yosvani ha lucido medianamente bien. Es junto a Yurisbel Gracial, y no creo pecar de absoluto, una de las decepciones de Las Tunas en suelo istmeño.
La cuestión se complica cuando vemos a Oscar Valdés, como segundo receptor del conjunto y que no es bateador, más aún, no posee experiencia internacional ninguna, buena no posee casi experiencia, amen de su aceptable temporada.
Ya los años, más de treinta, le van pasando factura a Yosvani; el siempre ha vivido bajo la estela de la gran promesa que pudo ser y no ha sido, porque realmente no ha sido. Para argumentar, incluso cuando el último Clásico Mundial, le suspendieron su sanción tras la bronca con Alexander Rodríguez y que paso,… nada.
Pero agua pasada no mueve molinos, versa el refrán y la cosa, la maldita cosa se pinta más que fea; puede quizás que el mismo Leonardo Goire o Aragón asuman los arreos, tal vez llamen a Pestano para que saque la cara, para que apague las llamas, pienso en esto y me desternillo de la risa.
Es que Aragón y Goire, son con total seguridad, las piezas claves que incidieron en llevar a dos receptores, y que el segundo fuera Oscar Valdés,… ¡Vayaa!
A estas alturas, ya, pues el torneo es corto y no hay chance a recuperación, si empiezas mal y no te repones rápido, chao, se acaba todo. Es más creo que ya termino la acción para los criollos y no es noticia pero si resulta válido recalcarlo.
Los cambios tienen que llegar contra los Cardenales de Lara este sábado, y en este caso Alarcón debe reflexionar y llamarse al buen vivir, a sacar la cara de una vez y por todas. Despedirse siquiera con un mejor rostro.
Cuando dejaron a Rafael Viñales, o a Yulexis la Rosa, uno se pregunta, ¿bajo qué criterios se eligió este equipo?, sale la pregunta una y otra vez y llega a cansar, aburre pero se impone siempre, pues algo pasa y las malas decisiones terminan generando nefastas consecuencias.
Ahora ya la suerte está echada. La derrota con México sepultó toda esperanza y se volvió sobre Alarcón en esta oportunidad, mañana puede ser sobre cualquiera, el mal se expande como un virus y parece ser para rato.
Nos vemos a la vuelta.