Ya nada será como antes, vivamos el Santiago y la Aplanadora de hoy

Por Daniel De Malas Andreu Bonilla La pelota cubana vive una especie de remake, de un reciclaje paliducho en donde ha Santiago de Cuba le han dado un papel protagónico y que finalmente este año pudieron asumir, aunque a Miguel Borroto le haya fallado la visión a la hora de apreciar ciertos nombres de este […]

Por Daniel De Malas Andreu Bonilla

La pelota cubana vive una especie de remake, de un reciclaje paliducho en donde ha Santiago de Cuba le han dado un papel protagónico y que finalmente este año pudieron asumir, aunque a Miguel Borroto le haya fallado la visión a la hora de apreciar ciertos nombres de este protagonismo, pero ya todos sabemos lo que ha significado Santiago de Cuba en su vida y esperar una reacción cariñosa era casi imposible.

Ante tantos llamados nostálgicos, Santiago de Cuba ha vuelto. Junto con ellos vuela una mística con la que no cuenta ninguna de las potencias emergentes de nuestra pelota, hasta un presente tan vacío toca llamar a los clásicos y si no que le pregunten a Disney que ha guardado en una gaveta todas sus ideas para ir a buscar en el pasado, y así mismo estamos nosotros.

Hemos ido a buscar a Santiago de Cuba porque creemos que su corneta china aparte de hacer bailar puede hacer milagros y porque de solo pronunciar su nombre a la gente se le puede mover un ladito sensible de su alma beisbolera e ir en su búsqueda, solo para que frente al televisor te sigan diciendo: no es el Santiago de antes.

Y ya nada será como antes, así que borren de sus mentes a la aplanadora y  todo lo que derivaba de ese sobrenombre, este equipo es muchísimo más humano y terrenal, la única semejanza que pudiera tener son algunos nombres que saborearon la gloria de aquellos años y que aún se mantienen en medio de tantas idas y vueltas.

Lo más cercano al pasado de este Santiago es su estadio, que a pesar de pantallas y carteles retocados cuando se repleta es intimidante e inigualable.

La frase de que la pelota cubana necesita de Santiago de Cuba me parece que es para cargar a los orientales de un poco de culpa de tantos errores, este equipo se ha desangrado como muchos otros de nuestra pelota, es absurdo creerlos salvadores e imprescindible, a los que le han tocado brillar en estos tiempos de sombra no se le puede desacreditar aunque los reflectores sigan estando en años pasados donde todo encantaba más.

Los equipos no están para llenar vacíos que los errores y horrores  han venido provocando desde hace algún tiempo, que regrese Santiago es un interesante atractivo hasta ahí, que recibimos con alegría es verdad, pero verlos como los salvadores a estas alturas de la historia es una locura total mejor vamos a disfrutarlos en el presente sin comparaciones, ni citas constantes en el pasado, solo vivir el Santiago de Cuba del 2019.

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