Por Juan Páez
En los días recientes, con la eliminación de los Indios de Cleveland en la última parte de la ronda regular, surgió el rumor de que Yasiel Puig se uniformaría con los Sultanes de Monterrey, equipo debutante y recién incorporado a la Liga Mexicana del Pacífico. El jardinero quedó sin trabajo en las Mayores y enfrentará en los próximos días su primer viaje a la agencia libre de las Grandes Ligas.
El reporte, que cita a una fuente de la directiva de uno de los clubes participantes en el circuito invernal, no especifica si la potencial contratación sería para que Puig se uniera al torneo de invierno o para que se enliste en la Liga Mexicana de Béisbol, que se disputa a la par del big show.
Es cierto que el polémico jardinero lleva a México en el corazón. Incluso intentó jugar con el seleccionado azteca en el Clásico Mundial de Béisbol y unos trámites impidieron su participación. Es lógico su sentimiento. Fue el país que lo acogió cuando escapó de Cuba, en 2012, y ha mostrado en numerosas ocasiones su cariño por esa tierra.
Pero la versión de que cambiaría las Grandes Ligas por actuar en una liga claramente inferior parece estar más cerca del simple ruido que de la realidad. Así lo expone la lógica y el análisis del presente del slugger nacido en Cienfuegos.
Puig apenas tiene 28 años de edad (cumplirá 29 el 7 de diciembre) y podría obtener un contrato multianual alrededor de los 70 u 80 millones de dólares.
Al ser un jugador que ofrece un poco de todo, tiene las herramientas y el historial como para convertirse en una de las piezas más buscadas de este receso entre zafras en la Gran Carpa.
Tan cerca como hace un par de semanas, el patrullero derecho reveló cuál es su deseo: firmar con un conjunto que tenga posibilidades de mantenerse en pelea por asistir año a año a postemporada. A estas alturas ya fue vinculado con los Gigantes de San Francisco y ha sonado para renovar con los Indios.
Ni de una, ni de otra
Pensar que Puig llegaría a Sultanes solo para tomar algunos turnos en invierno es algo más sensato, aunque no del todo realista.
Primero, Yasiel Puig solo participó en la pelota invernal en una ocasión, al jugar en Puerto Rico con los Indios de Mayagüez, en la campaña 2012-2013.
Desde que se graduó de grandeliga (2013), nunca ha visto acción en una liga distinta a las Mayores y, por rehabilitación en algunos casos, en las sucursales de sus organizaciones.
Segundo, correr el riesgo de lesionarse cuando busca un jugoso contrato en la Gran Carpa parece un acto absurdo.
Jugar en México, aunque podría ser un gesto de cariño y agradecimiento con los fanáticos de ese país, podría traerle problemas en su carrera en el big show si llegase a sufrir un problema físico.
Una participación de Puig en un circuito que no se llame Major League Baseball parece utópico en la actualidad.
Otra vez será, México.