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Lo que sucedió este 12 de octubre con el boxeador cubano, Yoenli Feliciano, fue otro claro ejemplo del nivel tan excelso que luce el integrante del Team Canelo. El camagüeyano se presentó en la velada que se desarrolló en el Seminole Hard Rock Casino and Hotel, en Hollywood, y su actuación fue apabullante en extremo.
Desde un inicio, los pronósticos previeron esta posibilidad, debido al bajo abolengo del contrincante del agramontino, pues Ramón de la Cruz Serna (24-40) no reunió las características para enfrentar a un peleador que tiene reales posibilidades de convertirse en campeón mundial profesional. La batalla no se extendió más allá del primer round, como prueba sólida de la diferencia tan notoria entre los atletas.
Un encuentro para limar los puntos débiles
Yoenli Feliciano declaró jornadas antes de la lucha que su intención era mantenerse en actividad constante y aceptó este duelo como una especie de preparación. El bicampeón mundial amateur anunció que el próximo cotejo sí será extremadamente riguroso y cada pequeña ayuda en la consolidación de la forma deportiva siempre es bienvenida.
La historia del tope entre el boxeador cubano y Ramón de la Cruz Serna fue breve y lo que ocurrió no sorprendió a nadie. Los dispares expedientes de los contrincantes decidió la contienda antes de lanzar el primer gancho.
Yoenli Feliciano fue amo y señor del ring y sostuvo los hilos de las acciones. En un primer momento, el cubano no se empleó a fondo, pero tras unas pocas combinaciones potentes se percató que era innecesario extender un pleito que no tenía por qué sumar los 10 rounds señalados por el reglamento.
Dos golpes al abdomen de Ramón de la Cruz Serna fueron el principio del fin para el argentino, quien se sintió en lo más profundo estos impactos y dobló sus rodillas. El conteo del juez principal echó a andar, aunque finalmente el menos experimentado se recuperó y siguió en la lid. Obviamente, «Yo-Yo» siguió con su castigo y maltrató repetidas veces a su oponente.
Claro éxito para Yoenli Feliciano
La campana salvó a quien estuvo envuelto en un verdadero vendaval, pues de haber continuado las acciones el nocaut era seguro. El tiempo de descanso se hizo presente y un hecho curioso se vivió cuando convocaron a los boxeadores a volver al centro del cuadrilátero. Los entrenadores de Cruz Serna tomaron una radical decisión y no permitieron que su discípulo siguiera en el fragor.
De esa manera concluyó el pleito y Yoenli Feliciano sumó otra decisión positiva a su palmarés. En esta oportunidad, el esfuerzo fue mínimo, pero también representó una muestra que el talento y la calidad del boxeador cubano necesita de luchas mucho más exigentes. Según el propio pugilista, este sueño será una realidad a corto plazo. Por lo pronto, el invicto del camagüeyano permanece intocable.
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Cronista del Universo Atlético y Analista de Béisbol con experiencia en varios sitios web. Licenciado en Cultura Física con 17 años como entrenador deportivo. Desde marzo de 2023, miembro del equipo editorial de Swing Completo para la cobertura de Grandes Ligas y Pelota Cubana.