Por Alexander García Milián
Al comenzar a teclear lo primero que viene a mi mente es la imagen de Joan Carlos Pedroso ponchándose ante Rodney en el primer Clásico Mundial- bases llenas en sus muñecas el empate- ; cierro los ojos y pienso que no ha existido mayor paquete, bulto, lo que sea para asociarlo a frustración y a ridículo, no ha existido mayor paquete que este tunero…
Siento pesadas olas de vapor que me ensordecen un poco y entonces veo videos, fotos, leo noticias de Yordan Álvarez- otro tunero- este ahora, con poco más de veinte años está tocando las puertas de las Grandes Ligas, del roster de 40 de los Astros de Houston y de forro no tiene ni la efe.
Son Yordan y Joan Carlos, dos tuneros, dos primeras bases; uno debía ser el relevo del otro- Yordan-, hasta Ermidelio habló, bueno casi todos en Las Tunas hablaban de ello; Pedroso empezaba a dramatizar con sus crisis de egocentrismo- me voy-, luego- me quedo, quiero jugar-; Yordan venía imponente desde los juveniles.
Pero…
Veo un terreno que no es como los otros de Grandes Ligas, es un estadio de espacio reducido, sin gradas por detrás de los jardines; es una de las sedes donde se juegan los entrenamientos de primavera y la sensación extraña me evoca algo distinto, son locaciones diferentes pero es la previa de una nueva temporada del mejor béisbol del mundo.
Es un partido entre los Mets de Nueva York y los Astros de Houston y varios peloteros cubanos ven acción en el partido…
La estatura es intimidante, la corpulencia lo hace parecer un pura raza salido de la jungla de Tanzania; es Yordan Álvarez parado en la caja de bateo y las cámaras lo toman en todo tipo de planos; en uno se ve su rostro, unos ojos que escrutan con viveza al lanzador, un estilo de bateo que al hacer swing me recuerda a Ken Griffey Jr.; Yordan suelta línea tendida entre left y center, no es ilusión, estamos en suelo estadounidense y el destino le cambió al muchacho.
A estas alturas, la historia de que Yordan debía ser el sustituto de Joan Carlos Pedroso me suena un poco a morbo, a sorna; cada cual traza sus metas, Pedroso fue mucho ruido y pocas nueces; Álvarez por su parte, esta prendido en las Ligas Menores, dando dos y tres indiscutibles por juego, pitando alto para llegar quizás en junio al Big Show; es para muchos analistas la próxima gran estrella cubana en la Gran Carpa.
Ya no son casi 200 libras, ahora son 200 libras y un poco más; es un cuerpo más hecho, con muñecas más gruesas; Yordan lo tiene todo…! Qué Pedroso!… Este es tal vez el comienzo de su historia y la ha construido el mismo… ¡Abran paso!, ya casi llega.
Nos vemos a la vuelta.