Por Alexander García Milián
Es un tema que como tantos han pasado desapercibido para muchos, Yordanis Alarcón regreso, como siempre dando palo, cumpliendo como sabe hacer, regreso de su sanción y hasta ahora va siendo puntal en la dinámica de Pablo Civil.
Con mi alusión no pretendo sembrar el morbo ni motivar a nada, solo quiero reconocer el importante papel que juega el mayor de los Alarcón en el elenco tunero, como de posible villano puede convertirse en héroe, como del rechazo llegó la resurrección.
El retorno de Yordanis se ha silenciado, no se tocó ni le armó la parafernalia evocada para otros casos, tal vez para no llamar la atención ni prender fuego al asunto de su bronca con Civil, pero sin más Alarcón está ahí, en primera, jugando para su equipo, cediéndole el puesto a un novel talento como Denis Peña, cumpliendo con su función y es algo que admiro.
Si muchos hablaron y siguen comentando que si es un malcriado, que si es un engreído, no lo dudo pero lo cierto es que el hombre va enterrando muchas de estas afirmaciones, asumiendo madurez y con la forma deportiva casi a tope, pinta para ser figura y empujar a los tuneros a retener el título.
Si Yordanis fue refuerzo tantas veces; de Pinar, de Granma, si el año pasado no pudo festejar la victoria de los leñadores luego de ser un eslabón fundamental dentro de la ofensiva tunera, parte de esta generación ganadora; si fue así, en esta campaña se ve a un hombre más sobrio y centrado en su tarea.
Es Yordanis pegándole duro siempre a la pelota y no dejando lugar a las dudas- el tipo es bateador- si fallan Danel y Viñales, este Alarcón siempre la da y eso me queda, al igual que a muchos fanáticos.
Con el regreso de Yordanis se corren las cortinas de una nueva historia y lo mejor es que tal vez este comenzando.
Nos vemos a la vuelta.