El experimentado slugger cubano, Yuli Gurriel, demostró su poder ofensivo, en el penúltimo encuentro de la semana en Minor League Baseball (MiLB).

Gurriel cerró de manera exitosa el mes de julio, al establecer una espectacular línea ofensiva de .364/.455/.606/1.061 (AVG/OBP/SLG/OPS), con ocho extrabases (cuatro jonrones e igual número de dobles), 11 carreras impulsadas y 15 anotadas, resultado de 24 indiscutibles en 66 turnos al bate, respectivamente.

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Con la clara convicción de contagiar las estadísticas antes mencionadas para el mes de agosto, no ha bajado su ritmo con el madero, y lo dejó en evidencia para el desafío pautado el sábado 3 de agosto entre Nashville Sounds (Milwaukee Brewers) y Gwinnett (Atlanta Braves), encuentro que se efectuó en el Coolray Field.

Yuli Gurriel aportó con su oportuna ofensiva para sellar el triunfo

Con el partido en progreso, «La Piña» falló durante la primera, segunda y cuarta entrada con dos fly y un rodado adentro del cuadro. Sin embargo, con el juego 7×5 a favor de la sucursal Triple A de Atlanta Braves, Yuli Gurriel logró remediar la situación y aportó con una larga conexión que permitió aumentar la ventaja.

El toletero de 40 años enfrentó los envíos del lanzador Taylor Clarke, durante la parte baja de la séptima entrada. Este le propinó únicamente cuatro pitcheos: un slider (88.5 MPH) y tres rectas que rondaron 93/94 MPH. Gurriel se ajustó al envío rápido que se quedó vulnerable sobre su zona de poder, castigándola con contundencia por todo el left field.

La esférica se internó en el rincón de manera perfecta, lo que le permitió a Yuli Gurriel adjudicarse su decimocuarto doblete de MiLB 2024. Según StatCast, la conexión del cubano salió a una velocidad de 91.3 MPH.

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Entre tanto, por un Wild Pitch de su rival, el nacido en Sancti Spíritus tomó una base adicional, moviéndose a la antesala. Luego su compañero, Luke Waddell, sonó un largo elevado por el bosque derecho, lo suficiente como para que el corredor de la tercera base tocara la registradora de manera tranquila con la octava anotación para los locales y sentenciar el encuentro.

Con dicho batazo, el antillano llegó a 69 hits, 24 extrabases, 32 anotadas y 112 bases totales. Su promedio de bateo subió a .280.