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El mundo del béisbol regala emociones a montones por sus acciones destacadas dentro del terreno, pero más allá de esas fronteras, millones de aficionados tienen a los protagonistas del juego como sus ídolos y el cubano Yuli Gurriel es una de esas figuras que siempre levantan pasiones entre jóvenes y adultos.
En medio de todo este contexto, resulta positivo recordar una escena que por mucho, marcó la vida de un joven aficionado justo el día de su cumpleaños.
El adolescente, hijo de Liset Jiménez, amiga de la familia Gurriel, visitó de sorpresa nada más y nada menos que la casa del mismísimo Yuli Gurriel en medio de la temporada baja 2022/2023.
La organización del encuentro se coordinó entre la madre del joven y la esposa del propio Yuli Gurriel, según cuenta la madre en su red social de Instagram, mismo que definió como un «TBT».
Increíble y jocosa reacción
Darío, nombre del afortunado, estaba sentado en el sofá del salón con el teléfono en mano y de un momento a otro apareció Yuli Gurriel para saludarlo sin mucho alboroto.
El adolescente levantó la mirada y jamás pensó que a quien veía en primer plano era al mismísimo Yuli Gurriel. Su reacción sorpresa e incrédula solamente generó la risa de los presentes, quienes fungieron como cómplices para que se diera semejante sorpresa.
Darío solamente sonreía con tonalidades de no estar creyendo lo que veía. Además, cargaba puesto en jersey de Miami Marlins y pidió disculpa a Yuli en tono de broma, lo que simplemente generó más carcajadas en la habitación.
Madre del joven agradeció a Yuli Gurriel y su familia
«Había sido el cumpleaños de mi hijo Darío unos días antes y mi gorda (@aly_sanchezoficial) en complot con la esposa de Yuli (@lianet_yjh) planearon esta tremenda sorpresa como regalo de cumpleaños para el. Aly vino hasta Houston y le dijimos a Darío que íbamos a visitar a unas amistades de Aly.
Cuando estábamos alistándonos para salir vi que Darío se había puesto ese jersey de Miami Marlins y yo le decía con disimulo «Dari mejor ponte el de los Astros» (en ese momento Yuli jugaba con los Astros de Houston) y obviamente no me hizo caso porque ese jersey de los Marlins recién se lo había traído Aly y lo quería estrenar ese día.
Llegamos a casa de Yuli que estaba escondido esperando el momento perfecto para salir. Darío no tenía ni la más mínima idea de donde estábamos, ni que estaba a punto de recibir una de las mejores sorpresas de su vida. Darío es super fan del baseball, las grandes ligas y los buenos peloteros cubanos y Yuli en particular es su favorito.
Ese día lloré de emoción, no hay nada más grande para una madre que ver a su hijo feliz.
Estaré por siempre agradecida con los Gurriel por ese día, son una familia muy linda, sencillos y de buen corazón. Y por supuesto con mi gorda por ser la autora intelectual de ese gran momento.»