El caso del pelotero cubano Yunel Escobar, no ha pasado desapercibido. El habanero decidió integrarse al equipo FEPCUBE Patria y Vida con vistas a la venidera Serie Intercontinental y los comentarios al respecto no cesan.

Las opiniones se encuentran separadas en dos vertientes principales. Algunos señalan el tiempo que ha transcurrido desde la última vez que «El Gambao» jugó en una liga profesional. Recordemos que el antillano dijo adiós a MLB en el año 2017, después de 10 campañas en el mejor béisbol del mundo. Los que siguen esta línea de pensamiento argumentan que las habilidades del atleta no se encuentran al nivel del evento que se avecina.

Por otra parte, otro sector ve la decisión de Yunel Escobar como un ejemplo de compromiso con los ideales políticos que defiende. Representar a los cubanos del exilio es visto como un triunfo para ellos. No obstante, señalan que el deportista puede lograr una forma deportiva aceptable en el período que resta hasta la competición.

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Yunel Escobar y la acción de sus excompañeros

Un capítulo de amistad y de reconocimiento al capitalino se vivió recientemente. La Red Social Facebook transportó palabras de apoyo hasta Escobar. Una publicación de Swing Completo sirvió para hacer visibles las palabras de dos excompañeros en Industriales.

Eliut Torres e Irait Chirino comentaron en la mencionada plataforma sus sentimientos de respeto hacia el Gambao.

«Ese es el único pelotero que lo vi yo, nadie me lo contó, que entrenaba en el Latino y decía gritado que el valía millones y así fue. El único que yo vi decir eso y hacerlo cuando nadie podía decir nada», señaló Torres.

«Seguro mi hermano. Ese momento lo vivimos en Cuba. Soy testigo de tus palabras», comentó Irait Chirino.

Vale destacar que Yunel Escobar tuvo muy pocas oportunidades en el béisbol cubano, pero una vez que puso otro horizonte a su vida comenzó el vertiginoso ascenso.

La Serie Intercontinental en Barranquilla verá como nuestro protagonista intentará dejar su legado en el terreno. Sin embargo, eso no es lo más importante. El caribeño ya logró su mayor triunfo: vivir la vida que eligió, libre de los castigos.