Por José Alejandro Rodríguez Zas
En día 18 de marzo de 2007, se daba a conocer en la prensa oficialista cubana, que el antesalista Michel Enríquez, uno de los mejores peloteros de la historia del béisbol cubano y líder del equipo Cuba, era separado de la edición 46 de la Serie Nacional de Beisbol por «indisciplina grave».
Michel fue “expulsado el pasado martes en el primer partido entre su equipo Isla de la Juventud y La Habana, al protestar contra el árbitro principal del encuentro, José Pérez Julién”, mencionaba la nota, dentro del marco del resumen beisbolero diario.
“Durante miércoles y jueves, Enríquez no alineó con su equipo, y el viernes radioemisoras locales informaron de su suspensión y del traslado del árbitro Pérez Julién (…) a La Habana, por fractura en el brazo izquierdo”, agregaba, pero sin ampliar en los detalles.”
Catorce años después, en la noche del 7 de junio de 2021, “El Show de Swing Completo” se vistió de gala con la presencia del propio Michel Enríquez como invitado especial y, entre tantos temas que se hablaron con el “Super 12” de la pelota cubana, se tocó el suceso de referencia.
Pero las palabras de Michel sobre el asunto, las cuales, sin duda alguna, despertó el interés de todos los seguidores del canal que veían el show, fueron solo el comienzo de la emoción, pues luego ocurrió algo inesperado.
“Quiero empezar pidiéndole disculpas (a Pérez Julien), nuevamente, después de 14 años. Disculpas porque es una mancha que tiene uno, que tengo en mi carrera deportiva”, dijo Michel en el programa.
“Creo que somos seres humanos, nos equivocamos y yo me equivoqué, actué muy mal. Creo que la inmadurez me llevó a cometer errores y un gran error, cosas que no pueden hacerse. Realmente, capacitado uno mentalmente, eso no lo hace. Quiero disculparme con su familia.”
“A mí no me gusta hablar de estas cosas, pero tengo que hablarlas también para que las conozcan las personas. Como bien dije, reconozco mi error”, recalcó el pelotero pinero, antes de contar lo ocurrido.
“Fue en la Isla de la Juventud, estábamos jugando y me tomé dos ponches. Yo no estaba mal ofensivamente, estaba bien. Yo le reclamo (a Pérez Julién) porque estoy viendo que el cátcher se está saliendo de la línea. El lanzador (Jonder Martínez) estaba lanzando la bola más allá de la esquina y a mí se me hacía mala con dos strikes.”
“Cualquier umpire me puede cantar el primero o el segundo, pero el tercero, por favor, le pido que sea por encima del home. Porque hay veces que nosotros le tiramos a la bola por el piso y por la cabeza y no protestamos.”
“Yo le estaba reclamando ese tercer strike que estaba un poco más afuera, pero bueno, él los estaba viendo bien y en ese momento él es quien manda, es el dueño del juego de béisbol. Él lo vio bueno, yo lo vi malo. Pero, mi error fue que, cuando yo me fui caminando para el dugout, ahí me volteo y entonces él me bota (del partido). Entonces yo exploto, voy hacia allá y sucede lo que da el calor del momento, nada más, luego yo me retiro.”
“Yo le pido algo a todos los atletas y a todos los umpires (porque lo hice después que vine de la sanción). A los peloteros les pido, de corazón, aquí a través de ustedes (Swing Completo) porque lo he hecho ya personalmente cuando estaba jugando en Cuba y ahora que soy entrenador, que no se volteen a ver al umpire Y le pido a los umpires que, cuando ponchen o tomen una decisión así, volteen hacia el otro dugout, nunca vayan en dirección al bateador, porque todo está caliente y se puede tomar negativamente.”
“En mi caso, lo que sucedió fue que yo, cuando volteé, él me estaba mirando
y yo lo tomé como una actitud desafiante, se tiende a entrar en un ambiente de reto. Y eso fue lo que le sucedió a Michel (con Pérez Julién). Creo que fue una gran inmadurez y lo digo a 15 años de eso. Le pido disculpas a él, como se lo pedí cuando estuvimos en la Habana, él con su familia y yo también estaba con la mías. Personalmente, ahí quedó todo arreglado.”
Ya aclarado lo que ocurrió sobre el terreno de beisbol, Michel cuenta que pasó fuera del mismo.
“Al día siguiente, era el último juego de la subserie. Yo termino de hacer las pesas, pero tengo que enviar un pantalón para Cienfuegos, con el equipo de La Habana, mediante Jonder Martínez. Yo voy al hotel y le entrego al carpetero y le digo: “Mira, el equipo de La Habana no ha llegado, entréguele esto a Jonder Martínez, él sabe que tiene que entregárselo en Cienfuegos a una persona, que es para un niño este pantalón.”
“El tema es que, cuando me salgo, que voy a montarme, llegan los umpires y entonces ahí es dónde reacciona el cerebro mío. Yo no reacciono bien, quiero decir, me vino a la mente el juego de pelota y no quisiera recordar esos momentos porque no se hace, fue una bajeza, sinceramente.”
“La sanción fue puesta por la Isla de la Juventud. Fue primeramente de un año, después dos años. Al final, estuve un año y cinco días sin jugar. Recuerdo que el año se cumplió estando en una serie en la Isla y recuerdo que me tocó ir a jugar a Sancti Spíritus.”
“Ojalá tuviéramos la posibilidad algún día de vernos personalmente. La vida continua… y yo hubiera querido borrar esa faceta. A Pérez Julién, en la etapa aquella que estuvo en Cuba, yo lo respetaba, de hecho, lo respeto como umpire, solamente ese incidente sucedió.”
Y si bien es cierto que aún Michel Enríquez y José Pérez Julien no se han podido encontrar personalmente, en “El Show de Swing Completo” ocurrió algo increíble y especial entre ambos. El propio árbitro estaba viendo el programa por el canal de YouTube de Swing Completo y, al ver que se estaba conversando con Michel, decidió participar en el espacio.
“Primero que todo, quiero saludar a Michel”, dijo Pérez Julien apenas entró al programa. “Él sabe que eso pasó hace años, pero en su momento nos vimos personalmente y yo acepté sus disculpas. Eso fue en una reunión que se hizo entre él y yo para que él me ofreciera sus disculpas y yo las acepté, porque, personalmente, considero que fue un mal momento que tuvo.”
“Recuerdo que, en esa época, yo estaba muy afectado, porque me habían mandado para mi casa y nadie se ocupó de mí. Estuve 3 o 4 meses y medio con un yeso y con terapia. Luego, voy a un Panamericano Juvenil en México en el 2007 y, cuando regreso del viaje, me mandan a buscar a la Comisión Nacional.”
“Carlos Rodríguez, que era el comisionado en ese tiempo, me dijo que lo que él quería era que yo aceptara que a Michel Enríquez le quitaran la sanción. Ahí tuvimos una fuerte discusión, porque le dije (al comisionado) que yo nunca participé de esa sanción ni tomé la decisión alguna, que no tenía que preguntarme nada a mí. Ellos eran los dirigentes y los que decidían una sanción, de cuánto tiempo era y cuando se quitaba, es decir, yo no tengo que decidir nada de eso.”
“Si me hubieran preguntado a mí si yo estaba de acuerdo con la sanción, a lo mejor yo digo que no estaba de acuerdo, pero no tenían ningún derecho a preguntarme si se le quitaba o no. Fue una gran discusión con Carlos Rodríguez.
“Cuando regreso a mi casa, personas en el barrio me dicen que le habían quitado la sanción a Michel y que lo habían publicado en el Granma Internacional. Estoy hablando de agosto y el incidente ocurrió en marzo.”
“Como yo soy informático y tenía Internet, me di a la tarea de buscar y veo, en un foro de discusión del Periódico Vanguardia de Villa Clara, una gran cantidad de historias creadas con respecto al incidente. Eso a mi me afectó porque yo decía: “¿cómo es posible que las personas estén de acuerdo que le den un batazo a un árbitro?” Y no estoy hablando del caso de Michel, en especial, sino del incidente social como tal”
“Entonces, yo empiezo a escribir también, porque era un foro de discusión. Eso al final terminó en que las personas me obligaron a detallar el incidente. Yo lo hice y me bloquearon en el sitio web. Pero, parece que ese escrito se filtró, porque ahí detallé cómo ocurrieron los hechos. Yo tengo las copias, las guardé, porque sabía que me iban a bloquear. Yo soy informático y conozco cómo funciona el medio.”
Según explica Pérez Julién, después de lo sucedido en el foro se decidió restablecer la sanción a Michel, creándose otro problema más.
“Yo le agradezco a Michel, una vez más, que haya reconocido su error”, continúa Pérez Julien, “porque siempre ha habido muchos inventos con respecto a esta historia. Yo siempre he dicho que Michel es uno de los mejores peloteros que ha habido en Cuba, siempre lo he dicho, y que él ese día tenía algún problema.”
Sobre lo ocurrido con Michel, el árbitro cubano, radicado en Canadá, dijo:
“Yo no sabía que él había tenido dos ponches. Cuando estoy haciendo mi trabajo, no puedo llevar en mi mente la estadística del juego con cada bateador. Pero si sé que es una estrella en La Isla y tengo que cuidarme de eso. Me puedo haber equivocado, porque, además, es verdad lo que Michel dice, el cátcher de La Habana tenía la costumbre de salirse un poquito de la zona de strike.”
“Quiero también decirles que, uno en la carrera de arbitraje, aprende muchas cosas. Ahí mismo en el terreno de La Isla, yo aprendí algo en mi primer año. Tuve un incidente con un bateador que le canté ese tercer strike y le viré la cara, no lo miré y el bateador tiró el bate, hizo un montón de cosas y yo no lo vi, no lo expulsé. Después vino Orlis Díaz a batear, le canté el primer strike y él protestó, pero ese si lo vi, porque era el primer strike y lo tuve que expulsar.”
“Cuando yo lo expulsé, me vinieron a reclamar que yo no había expulsado al otro. Me decían que con qué moral y con qué derecho, yo iba a expulsar a Orlis Díaz, si aquel me tiró el bate y yo no lo expulsé. Pero la razón es que yo no lo vi, por eso a veces los atletas creen que el árbitro tiene que dar la espalda. El árbitro no tiene que dar la espalda, el árbitro tiene que mirar con vista periférica todo, porque si sucede alguna indisciplina el árbitro tiene que actuar, porque una vez que le permitas a un atleta algo, a los demás se lo tienes que permitir y entonces se te va el juego de las manos.”
“Quiero que las personas entiendan esto, porque no todo es dar la espalda, tú también tienes que cuidar tu trabajo y tu autoridad. Pero lo que sucedió en el juego de pelota, sucede muy a menudo, lo que pasa es que, bueno, Michel ya contó lo que pasó después y yo no tengo control sobre eso.”
“Cuando Michel empezó en la serie, nos seguimos tratando como si no hubiera pasado nada, nos encontrábamos en la calle, nos saludábamos y todo. Una vez nos encontramos por la tienda de Carlos III (en La Habana) y no hubo ningún problema.”