Por Alexander García Milián
Ningún deportista ha sido tan opacado ni silenciado en Cuba, ninguno desde Font, el “andarín” Carvajal, Ohms, Dihigo, José de la Caridad Méndez, Kid Chocolate, Adolfo Luque; otros que se me escapan, Tany Peréz, Mike Cuellar, Minie Miñoso. Ninguno de ellos, bien relegados al voraz abandono que propicia la inconciencia, ninguno ha sido tan detestado en Cuba como el Duque Hernández.