Por Juan Páez
En diciembre de 2016, Aroldis Chapman firmó el mejor contrato para un relevista, digno de un historial brillante en la Gran Carpa. Los Yankees de Nueva York acordaron pagarle 86 millones de dólares por cinco temporadas y el cubano respondió como se esperó: con dominio puro y el fuego que le caracteriza. Pero, por una cláusula, esa unión podría llegar a su final en este invierno.
El cubano tiene la posibilidad de rescindir el contrato luego de esta Serie Mundial y convertirse en agente libre, a fin de buscar un nuevo trato más largo y más cargado de billetes verdes.
Con los neoyorquinos le restan dos campañas más, por las que devengará $15 millones en cada una, un salario nada despreciable para un cerrador.
En los tres torneos desde que estampó su rúbrica para sellar aquel acuerdo, Chapman suma 91 salvados, WHIP de 1.10 y 2.61 de efectividad en 158.2 innings, además de una brillante relación de ponches por cada 9.0 entradas de 14.0.
En esta campaña se acreditó 37 rescates en 42 oportunidades y dejó un promedio de carreras limpias de 2.21, con 85 abanicados en 57.0 tramos.
¿Qué pasará?
El “Misil” parece estar cómodo en Nueva York, pero lo que más le conviene es probar suerte en el mercado una vez más. Ya no es un jovencito de 25 años y debe pensar en su futuro. Jugará la próxima zafra con 32 años y quizás sea la última oportunidad de conseguir un contrato jugoso.
Otro aspecto interesante y a favor del nacido en Holguín es que la agencia libre podría serle incluso más amigable en esta ocasión, debido a que no habrá apagafuegos de su talla. Kenley Jansen tiene la misma situación que Chapman, pero viene de un año bastante tambaleante con los Dodgers.
Sean Doolittle tiene una opción por $6.5 millones para volver con los Nacionales, que probablemente la ejercerán. El único gran nombre que se quedará sin trabajo y podría hacerle frente a Aroldis es Will Smith, el zurdo de los Gigantes de San Francisco.
“Él (Chapman) puede rescindir el contrato, creo que todos sabemos eso”, dijo el gerente general de los Yankees, Brian Cashman, a la prensa en Nueva York. “Tendrá que tomar decisiones. Va a llegar el día en el que nos reunamos con sus agentes y veremos qué pasa”.
Si Chapman deja la Gran Manzana, será uno de los más grandes peces gordos en el acuario de peloteros disponibles desde esta temporada muerta. Otro gran contrato le esperaría para asegurar, quizás, sus próximos cuatro años.