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Ahora que se hizo oficial el traspaso de Rafael Devers a San Francisco Giants, los fanáticos de Boston Red Sox llevan horas lamentando la salida del que parecía sería su jugador franquicia. Y aunque ya todo está hecho, está claro que el divorcio entre ambas partes se pudo haber evitado.
Múltiples reportes aseguraron que el pelotero dominicano desobedeció en más de una ocasión las peticiones que le hizo la gerencia patirroja, y eso llevó a que en última instancia, la gerencia tomara la decisión de cambiarlo, a tan solo dos años de haberle extendido el contrato por más de 300 millones de dólares y diez temporadas.
No obstante, si hacemos retrospectiva, cabe destacar que tanto Rafael Devers como Red Sox cometieron errores que poco a poco fueron degradando la relación entre ambos.
Boston Red Sox faltó primero
Parte de la culpa que tiene el equipo es que, al hacer a «Carita» el jugador mejor pagado de su historia, debieron haberle comunicado durante la temporada baja que estaban cerca de adquirir ya fuese a Alex Bregman o Nolan Arenado, ambos antesalistas.
Posterior a la firma de Bregman se informó que la directiva de Medias Rojas en ningún momento se acercó al slugger para dejarle saber que ante la llegaba de un tercera base, estaban sopesando la idea de moverlo de posición.
Justamente esa falta de comunicación llevó a que Devers mostrara rechazo hacia ellos durante la pretemporada, cuando se negó a salir de la antesala.
Aun así, como muchos expertos han expresado, el mayor peso de la culpa recayó sobre el ahora bateador designado, debido a sus malas actitudes que ayudaron a que Boston Red Sox tomara la decisión de traspasarlo.
Rafael Devers no fue receptivo
Rafael Devers hizo público su descontento y desde un principio dijo que no se movería de la tercera base. Días después, el manager Alex Cora confesó que habían limado asperezas y que no había ningún tipo de inconveniente dentro del clubhouse.
Pero semanas después, cuando se confirmó que Triston Casas se perdería lo que resta de temporada 2025, el gerente general; Craig Breslow se acercó al pelotero dominicano para explorar la posibilidad de que cubriera la inicial.
No obstante, nuevamente Rafael Devers se dirigió a la prensa y criticó a la organización, lo que llevó a que John Henry, propietario de Boston Red Sox, fuese personalmente a reunirse con el jugador. Pero aún así, «Carita» no acató las peticiones que le hicieron y la gerencia comenzó a perder la paciencia.
Incluso, se dice que el toletero de 28 años de edad no era una buena influencia para los jugadores jóvenes del equipo y su presencia estaba afectando la química dentro del clubhouse.
Si ambas partes hubiesen comunicado de forma frontal sus diferencias, quizás se hubiese podido evitar el movimiento que ocurrió la noche de este domingo 15 de junio.
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Especialista en Comunicación Audiovisual y Deportes
Comunicador Social con mención en Audiovisual, especializado en deportes, con casi 10 años de experiencia en medios audiovisuales e impresos.