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Unánimemente considerado uno de los jugadores más sensacionales que han pasado por el beisbol cubano, Rey Vicente Anglada fue una de las figuras más brillantes de la llamada Década de Oro (1970-1980) y lo mismo desató aplausos en la fanaticada de la Isla que intereses en los cazatalentos que seguían a la escuadra nacional.
Según él mismo le contó a Swing Completo, durante el célebre tope de 1977 contra profesionales venezolanos, la organización de St. Louis Cardinals “nos quería firmar a mí y a Juan Pérez Pérez con un buen contrato para la época”.
«No queríamos Ligas Mayores sino Equipo Cuba», admitió Rey Vicente Anglada
Confirmada por el exestelar receptor Lázaro Martínez, la tentativa de firmar a Anglada corroboró cuánto impresionaba su talento a los expertos del mejor beisbol del mundo. Sin embargo, se sinceró Anglada, “en ese entonces nosotros no queríamos jugar en las Ligas Mayores, sino hacer el Equipo Cuba. Los tiempos han cambiado. Si ahora yo tuviera 24 años también me gustaría jugar en el máximo nivel”.
Obviamente, la cortina de hierro informativa hacía su trabajo de una manera rigurosa. Así, los jugadores cubanos “teníamos muy pocas noticias de aquel beisbol pero siempre sabíamos algo, y nos dábamos cuenta de que determinados amateurs con los que competíamos en torneos internacionales, luego pasaban a las Ligas Mayores”.
En la serie contra los venezolanos, que presentaron un equipo salpicado de elementos de las Ligas Mayores entre los que se contaba el legendario torpedero David Concepción, el Equipo Cuba se impuso mediante pizarras de 6×0, 11×2, 9×1 y 5×4, en tanto cedió una sola vez, 5×4.
“Antes de ese tope habíamos jugado contra profesionales mexicanos a los cuales les ganamos, pero los venezolanos tenían más nivel”, relató Anglada. “Fue una experiencia muy bonita, y uno sacaba conclusiones viendo al rival y se decía que si ellos podían, uno también”.
«El sacrificio era grande»
Pero dar el paso de quedarse para probar fortuna en el profesionalismo implicaba “un sacrificio muy grande, porque en ese momento abandonar el país significaba mucho. Si hacías semejante cosa prácticamente tenías que dejar a un lado a tu familia. Y sí, yo hubiera querido ser Grandes Ligas. El que te diga que eso no le interesa, te está diciendo mentiras”, sostuvo el inolvidable ‘36’.
Dicho sea de paso, las filas de aquel equipo insular estaban cuajadas de muchos de las mejores figuras que dio el beisbol cubano. Digamos, en la receptoría estaban el recién fallecido Pedro Medina y Alberto Martínez; el cuadro contaba con Agustín Marquetti, Antonio Muñoz, Alfonso Urquiola, Rodolfo Puente y el propio Anglada; y en los jardines alineaban estrellas como Wilfredo Sánchez, Bárbaro Garbey y Fernando Sánchez.
En cuanto al pitcheo, baste mencionar a Braudilio Vinent, Julio Romero, Rogelio García, Juan Carlos Oliva y Omar Carrero.
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Michel Contreras González
Periodista deportivo con treinta años de carrera. Graduado de Comunicación Social en la Universidad de La Habana, ejerció el periodismo en medios como Juventud Rebelde, Bohemia y Cubadebate antes de adherirse a la llamada prensa independiente, para la cual ha sido colaborador de la página deportiva en Oncuba, Cibercuba y Cubanet. Artículos suyos han aparecido en varias publicaciones extranjeras de habla hispana. Obtuvo numerosos premios en concursos de carácter provincial y nacional. Tiene publicados los volúmenes “Dioses Paralelos” (Ediciones Loynaz) y “Vuelos de Gavilán” (Unos y Otros Ediciones). Apegado fundamentalmente a la crónica, el comentario y la entrevista, la mayoría de sus textos versan sobre béisbol, fútbol y ajedrez, sin desdeñar el boxeo y el atletismo.