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El máximo jonronero del beisbol cubano, Orestes Kindelán, es de esos entrevistados que no posan de monedita de oro ni se esmeran por ocultar criterios, por molestos que los mismos puedan ser.
Así ha sido, por ejemplo, a la hora de referirse a sus relaciones con la prensa nacional, de la que ha dicho que “quiere minimizar lo que uno hace” y sobre la cual ha sugerido que sus miembros “pretenden saber de deportes y muchos no han jugado ni con yaquis”.
Igual de franco ha sido Kindelán con respecto al trato recibido por una parte del público, que no siempre le ha pagado con el respeto que él estima merecer.
Orestes Kindelán agradeció a quienes lo apoyaron siempre
“Lamento que una parte del pueblo no haya sabido apreciar las cosas como son y que en los momentos malos nos hayan humillado, pero otra parte nos ha dado fuerza y hay que tenerla presente siempre”, señaló el llamado ‘Tambor Mayor’.
En el video publicado en Swing Completo, Kindelán consideró que “en las Series Nacionales del beisbol cubano viví muchos días de gloria con mi equipo, pues tuve la suerte de participar en siete de los ocho campeonatos que ha ganado Santiago de Cuba, y he estado lo mismo como atleta que como entrenador”.
Dicho esto, sostuvo que “mientras se hable de pelota en este país, espero que siempre me tengan presente por el trabajo que hice”.
En otro momento de esa charla, el slugger indómito confesó que el día más malo de su vida fue “cuando no abrí jugando el famoso Preolímpico que daba los boletos a los Juegos de Atlanta 1996”, toda vez que a él le tocó “pagar las cuatro derrotas de Cuba en el tope contra Estados Unidos”.
La redención de Orestes Kindelán
En efecto, el Equipo Cuba que ese año resultó avasallado por los universitarios estadounidenses contaba en sus filas con personajes tan encumbrados como Antonio Pacheco, Omar Linares, Lourdes Gurriel, Víctor Mesa, Germán Mesa y Luis Ulacia, pero dio la impresión de que la responsabilidad del fracaso se hizo recaer casi exclusivamente en Kindelán, quien no tardó en encontrar la manera de redimirse.
“Hay un dicho que dice que lo que está para uno nadie se lo quita y cuando me dieron los turnos que me tocaban el bate supo responder”, explicó. “Aquello fue muy malo no solo porque me sentaron sino por el trato que se me dio y por las cosas malas que escuché; había mucha gente que se consideraban sabios del beisbol desconociendo todos los sacrifici*s que hace un atleta para poder mantenerse en la élite”.
A lo largo de 21 campañas en el beisbol cubano, Orestes Kindelán despachó 487 cuadrangulares, empujó 1511 carreras y dejó línea ofensiva de .313/.431/.600.
El OPS resultante, 1.031, solamente es superado en las contiendas domésticas por Omar Linares (1.131), Alfredo Despaigne (1.103), José Dariel Abreu (1.078) y Frederich Cepeda (1.054).
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Michel Contreras González
Periodista deportivo con treinta años de carrera. Graduado de Comunicación Social en la Universidad de La Habana, ejerció el periodismo en medios como Juventud Rebelde, Bohemia y Cubadebate antes de adherirse a la llamada prensa independiente, para la cual ha sido colaborador de la página deportiva en Oncuba, Cibercuba y Cubanet. Artículos suyos han aparecido en varias publicaciones extranjeras de habla hispana. Obtuvo numerosos premios en concursos de carácter provincial y nacional. Tiene publicados los volúmenes “Dioses Paralelos” (Ediciones Loynaz) y “Vuelos de Gavilán” (Unos y Otros Ediciones). Apegado fundamentalmente a la crónica, el comentario y la entrevista, la mayoría de sus textos versan sobre béisbol, fútbol y ajedrez, sin desdeñar el boxeo y el atletismo.