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El repaso de los jugadores más destacados del beisbol cubano en la estadística Carreras Producidas (CPR) llega al jardín izquierdo, donde enseguida salta a la vista el nombre de Frederich Cepeda, número uno de la lista general en ese indicador.
El estelar espirituano, quien ha brillado por igual con el uniforme de los Gallos y el Equipo Cuba, exhibe una notable ventaja de CPR con respecto a todos los demás peloteros que han pasado por las Series Nacionales, al acumular 2666 puntos derivados de 1551 anotadas (CA) y 1492 remolques (CI).
Como se sabe, la estadística en cuestión se calcula a partir de sumar las CA y las CI, para luego restarle el total de cuadrangulares conectados. El guarismo resultante ofrece una idea elocuente del aporte del atleta a su conjunto.
Cepeda, un inmortal del beisbol cubano
Pues bien, nadie (ni siquiera Omar Linares u Orestes Kindelán) le aguantan la pulseada al gran Cepeda, que le saca más de 600 rayitas al segundo jardinero izquierdo de mejor CPR en el beisbol cubano.
Se trata del matancero Fernándo Sánchez, lastimosamente semiolvidado a día de hoy, un personaje que lidió durante 23 campañas y cerró con 2058 carreras producidas a partir de 1115 vueltas al cuadro y 1223 anotaciones subidas a la registradora.
El tercer lugar del podio es para el llamado “Héroe de Parma”, el también espirituano Lourdes Gurriel, que exhibe CPR de 1954 (1123 CA y 1078 CI) y curiosamente ancla solo dos peldaños por encima de su hijo Yuli.
De modo que Cepeda, Fernando y Lourdes se reparten el oro, plata y bronce de la estadística entre los leftfielders del beisbol cubano, dejando para las siguientes plazas del Top 5 a otros dos elementos oriundos de Matanzas.
El primero, Ariel Sánchez, lleva sangre de una familia ilustre y hasta ahora ha firmado CPR de 1929 (1143 anotadas y 884 empujadas), siendo pieza vital en el andamiaje ofensivo de los exitosos Cocodrilos de los tres últimos lustros, si bien en adelante defenderá los colores de Industriales.
Otros nombres gigantes del beisbol cubano
El otro, Lázaro Junco, fue el primero en llegar a 400 jonrones en el beisbol cubano y produjo 1793 carreras, para sonrojo de los seleccionadores que rara vez confiaron en él a la hora de confeccionar los rosters de la escuadra absoluta del país.
Hasta ahí, el quinteto que marca la vanguardia. ¿Quiénes quedaron cerca de colarse? Se lo cuento: una estrella de la talla del pinareño Lázaro Madera, y un jugador incombustible como el mayabequense Dennis Laza.
Como Junco, Madera también fue ninguneado por los mandamases de la época, pero su CPR de 1738 (909 CA y 1093 CI) habla alto de cuánto pesó en los lineups de Vegueros, bateando justo detrás de Omar Linares y Luis Giraldo Casanova.
Finalmente, Laza ha producido 1647 anotaciones producto de 968 recorridos del infield y 845 carreras impulsadas.
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Michel Contreras González
Periodista deportivo con treinta años de carrera. Graduado de Comunicación Social en la Universidad de La Habana, ejerció el periodismo en medios como Juventud Rebelde, Bohemia y Cubadebate antes de adherirse a la llamada prensa independiente, para la cual ha sido colaborador de la página deportiva en Oncuba, Cibercuba y Cubanet. Artículos suyos han aparecido en varias publicaciones extranjeras de habla hispana. Obtuvo numerosos premios en concursos de carácter provincial y nacional. Tiene publicados los volúmenes “Dioses Paralelos” (Ediciones Loynaz) y “Vuelos de Gavilán” (Unos y Otros Ediciones). Apegado fundamentalmente a la crónica, el comentario y la entrevista, la mayoría de sus textos versan sobre béisbol, fútbol y ajedrez, sin desdeñar el boxeo y el atletismo.
Los records absolutos son interesantes pero no dicen toda la verdad.
Un primer bate no tiene las mismas oportunidades de encontrar hombres en bases que un cuarto a la hora de medir las carreras impulsadas.
Tampoco es lo mismo en las anotadas, si te embasas y detrás vienen al bate tres «muertos» nunca llegas a home.
Me gustaría más, por ejemplo, la relación entre impulsadas y las dejadas de impulsar.