Lázaro Vargas sobre el bate arrastrado: «Era mi manera de hacerlo, no me daba cuenta»

Michel Contreras

El antesalista capitalino Lázaro Vargas fue un pelotero que desató pasiones encontradas por su manera muy personal de hacer las cosas.

El antesalista capitalino Lázaro Vargas fue un pelotero que desató pasiones encontradas por su manera muy personal de hacer las cosas.

Además de brillar en el beisbol cubano como un gran bateador, el antesalista capitalino Lázaro Vargas fue un pelotero que desató pasiones encontradas por su manera muy personal de hacer las cosas.

La gente que lo vio jugar no olvida aquella capacidad para conectar hits a la hora buena (su batazo que decidió el Mundial de Parma 1988, es un ejemplo), ni tampoco el período en que fungió como escudero del mejor atleta que pasó por las Series Nacionales, el pinareño Omar Linares.

Igualmente algunos evocan a menudo el carácter irascible que tantas expulsiones le costó en el beisbol cubano y sus detractores le echan en cara la aparente apatía que sacaba rechiflas a las aficiones adversarias de Industriales.

Lázaro Vargas aseguró que «no era pose»

Sobre este último elemento conversó Vargas en un video publicado por nuestro medio Swing Completo, donde expuso que la costumbre de arrastrar el bate cuando se encaminaba al plato era un acto absolutamente natural y no una pose, como alegaban los rivales.

“Es como mismo tú caminas, o como otro come, o como mi hijo va a coger el carro. Esa era mi manera de acercarme a home. No era algo fingido. Yo mismo no me percataba de eso”, dijo.

Más adelante, Vargas explicó que ese paso cansino era parte de su naturaleza, hasta el punto de que “caminar a mi lado es imposible pues lo hago muy lento. Fíjate que yo voy con mis hijos a los lugares y les digo que se vayan delante porque caminan muy rápido”.

Acerca de los desencuentros que esa lentitud le deparó en el beisbol cubano, el número 20 de los Leones azules confesó haber tenido “muchas discusiones con los umpires por esa razón, dado que ellos me decían que me apurara y yo les explicaba que ninguna regla decía que eso tuviera que hacerse a la carrera”.

La grandeza de Lázaro Vargas

Pelotero de 22 campañas nacionales y más de dos mil hits, Lázaro Vargas se granjeó legiones de partidarios y enemigos, pero el criterio unánime era que su calidad como pelotero estaba fuera de todo debate.

Después de alcanzar dos títulos olímpicos en Barcelona 1992 y Atlanta 1996, se retiró a comienzos de este siglo y en 2011 asumió las riendas del plantel de sus amores, Industriales.

En ese rol su mejor resultado fue un subcampeonato y en 2015 salió de Cuba junto a su hijo Miguel Antonio, quien debutó en MLB con Los Angeles Dodgers en 2022 y actualmente milita en Chicago White Sox.

A pesar de la exquisita trayectoria del equipo insignia del beisbol cubano, Lázaro Vargas es considerado por numerosos fanáticos y expertos como el jugador más grande que pasó por las filas azules.

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2 comentarios en «Lázaro Vargas sobre el bate arrastrado: «Era mi manera de hacerlo, no me daba cuenta»»

  1. Aficionado siempre de las avispas orientales pero; si tengo que hacer un equipo Cuba , lo quiero a él aunque sea en el banco.
    No fingía nada; era su personalidad en el béisbol pero, esa apatía la superaba con su calidad. PELOTERAZO
    Busquemos otro a ver ….. ni parecido !!!

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  2. Mejores que el habían 3 jugadores 1000 veces mejores que el contemporáneo,pero por ser de la capital lo llevaban jaja,#1 por su puesto,el niño linares,#2 gabriel Pierre #3 el camagueyano Miguel caldes,y también Michel Enrique

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