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A pesar de jugar 20 temporadas y tener el récord de juegos ganados en el beisbol cubano, el derecho Pedro Luis Lazo solo pudo ser campeón nacional en dos oportunidades, que tuvieron lugar cuando los Vegueros de Pinar del Río firmaron el back-to-back en 1997 y 1998.
De manera que esas campañas representan un recuerdo imborrable para el lanzador nacido en Río Feo, un pitcher que probó tener la inusual capacidad de combinar aperturas de garantías y relevos de excelencia.
Así lo reconoció el propio Pedro Luis Lazo en “El Show de Swing Completo”, espacio donde dijo que “las dos Series Nacionales consecutivas que ganamos fueron muy emocionantes” porque “ser campeón en el beisbol cubano es algo grande”.
contundente a la hora de calificar aquel pitcheo
Curiosamente, los verdes se impusieron en esos certámenes a las órdenes de dos directores distintos: en el primer evento fueron dirigidos por el flemático Jorge Fuentes, y en el segundo estuvieron bajo el mando del entonces debutante Alfonso Urquiola.
“Derrotar a Pinar del Río en esos años era complicado -añadió Lazo– puesto que nosotros teníamos el mejor staff de pitcheo del país, además de tres o cuatro de los bateadores màs respetados. Algo así pasó poco después con Santiago de Cuba”.
En efecto, la rotación abridora del equipo juntaba al llamado “Rascacielos pinareño” con otros nombres sagrados de las lomitas insulares como el también diestro José Ariel Contreras y los zurdos Omar Ajete y Faustino Corrales, todos considerados entre los serpentineros más herméticos que han pasado por el beisbol cubano.
Independientemente de ellos, el pitcheo de Vegueros contaba con elementos como Abel Madera, Ismael Cortina, Osvaldo Jiménez y dos figuras que más tarde llegarían a las Ligas Mayores, Alay Soler y Danys Báez.
Una leyenda llamada Pedro Luis Lazo
En cuanto a la ofensiva, la escuadra dispuso de los hermanos Omar y Juan Carlos Linares, Yobal Dueñas y Daniel Lazo, tenía receptores de buenas prestaciones (Yosvani Madera y Lázaro Arturo Castro) y un torpedero cumplidor (Renier Capote).
Con esos ingredientes, Pinar del Río armó una banda que repitió victoria en el exigente beisbol cubano de los años noventa, donde curiosamente solo pudieron levantar trofeos cinco equipos.
A saber, los Henequeneros de Gerardo Sile Junco (1990 y 1991), los Industriales de Jorge Trigoura (1992) y Pedro Medina (1996), el Villa Clara de Pedro Jova (1993, 1994 y 1995), el Santiago de Cuba de Higio Vélez (1999, como antesala de dos éxitos más en 2000 y 2001), y el referido Pinar del Río donde Pedro Luis Lazo se alzó con sus únicas coronas en Series Nacionales.
La excepcional carrera del número ‘99’ cerró con 257 triunfos, 20 rescates, average oponente de .245 y efectividad de 3.22.
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Michel Contreras González
Periodista deportivo con treinta años de carrera. Graduado de Comunicación Social en la Universidad de La Habana, ejerció el periodismo en medios como Juventud Rebelde, Bohemia y Cubadebate antes de adherirse a la llamada prensa independiente, para la cual ha sido colaborador de la página deportiva en Oncuba, Cibercuba y Cubanet. Artículos suyos han aparecido en varias publicaciones extranjeras de habla hispana. Obtuvo numerosos premios en concursos de carácter provincial y nacional. Tiene publicados los volúmenes “Dioses Paralelos” (Ediciones Loynaz) y “Vuelos de Gavilán” (Unos y Otros Ediciones). Apegado fundamentalmente a la crónica, el comentario y la entrevista, la mayoría de sus textos versan sobre béisbol, fútbol y ajedrez, sin desdeñar el boxeo y el atletismo.