Serie Mundial MLB: 5 cubanos protagonistas en Juego 1, 11 latinos en total

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Las actuaciones de Orlando "Duke" Hernández en Postemporada de MLB, incluyendo la Serie Mundial, son memorables.

Las actuaciones de Orlando "Duke" Hernández en Postemporada de MLB, incluyendo la Serie Mundial, son memorables.

Este viernes 24 de octubre comienza la Serie Mundial de Major League Baseball (MLB) 2025, entre los equipos de Toronto Blue Jays y Los Angeles Dodgers. Ganar el juego inicial siempre es muy importante, pues es un choque de mucha responsabilidad. Históricamente, cinco lanzadores cubanos se ganaron el derecho de abrir el primer partido de un clásico otoñal y todos salieron airosos.

Teniendo en cuenta el venidero choque inicial entre el conjunto angelino y su similar canadiense, me dí a la tarea de revisar cuáles han sido los pitchers nacidos en Cuba que registraron al menos una apertura en el juego 1 de una Serie Mundial. Antes de entrar en detalles, les adelanto que fueron cinco los antillanos que tuvieron ese honor y que en general lo hicieron de maravillas, pues en total permitieron solamente ocho carreras (todas limpias) en 38.2 entradas de actuación, para una magnífica efectividad de 1.88.

En la historia de MLB, 11 lanzadores latinos han tenido la responsabilidad de abrir el primer juego de una Serie Mundial. Como mencioné anteriormente, cinco de ellos son cubanos. Completan la lista los dominicanos José Rijo, Juan Guzmán, Edinson Vólquez y Framber Valdez, junto a los boricuas José Santiago y Ed Figueroa. Pero repasemos los nombres de los protagonistas de la mayor de las Antillas en este tipo de encuentro.

Los tres primeros lanzadores cubanos que abrieron el juego 1 de Serie Mundial

El primer pitcher cubano que registró una apertura en el juego 1 de una Serie Mundial fue el zurdo Mike Cuellar. Sucedió en 1969 vistiendo el uniforme de Baltimore Orioles contra Minnesota Twins. Se apuntó la victoria lanzando el partido completo, en las nueve entradas que trabajó permitió una sola carrera con seis hits, cuatro bases por bolas y ocho ponches. Otro histórico, Luis Tiant, también caminó toda la ruta para Boston Red Sox y salió airoso ante Cincinnati Reds en el desafío inicial del clásico otoñal de 1975. Fue una blanqueada legendaria versus la gran maquinaria roja. Toleró solamente cinco imparables, regaló un par de boletos y abanicó a tres rivales.

No fue hasta 1997 que otro pitcher cubano tuvo el privilegio de abrir el primer partido de una Serie Mundial. Liván Hernández no fue muy dominante en aquel encuentro contra Cleveland Indians, pero logró la primera de sus dos victorias en ese clásico gracias al apoyo ofensivo de su equipo (Florida Marlins). El diestro lanzó 5.2 entradas, le fabricaron tres carreras con ocho hits (2 HR), dos bases por bolas y cinco ponches.

Dos leyendas del equipo Cuba también abrieron el juego 1 de Serie Mundial

Orlando Hernández (hermano de Liván), fue un destacado lanzador que antes de llegar a MLB, triunfó con el equipo Industriales y la selección nacional de Cuba. El «Duke» es un histórico de la Postemporada. Una de sus grandes demostraciones en esa instancia fue con New York Yankees durante el primer juego de la Serie Mundial de 1999 ante Atlanta Braves. Lanzó 7.0 innings y le anotaron una sola vez. Toleró un solo imparable, otorgó un par de pasaportes gratis y abanicó a 10 oponentes.

Otro de los grandes abridores que ha pasado por los equipos Cuba, fue José Contreras, también brilló al más alto nivel e inició un juego 1 de Serie Mundial. Lo hizo en 2003, su primer año ligamayorista, cuando lanzó para New York Yankees. Ganó el choque versus Florida Marlins, trabajando 8.0 entradas en las que le fabricaron tres carreras. Permitió seis hits, regaló un boleto y abanicó a cuatro bateadores contrarios.

Liván Hernández fue el único de ellos que fue nombrado Jugador Más Valioso de la Serie Mundial. Finalizó el clásico de otoño de 1997 con marca de 2-0 y efectividad de 5.27. Pero históricamente, de por vida en la Postemporada, el mayor mérito se lo lleva su hermano (El Duke), que registró una de las mejores actuaciones de todos los tiempos en las Grandes Ligas durante esa instancia (9-3; 2.55). Específicamente en cinco clásicos otoñales también fue sensacional (2-1; 2.20), ganando cuatro anillos.

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