El necesario descanso y la llamada bancoterapia ha hecho efecto en José Abreu quien nuevamente ha comenzado a producir luego de dos partidos de ausencia.
Ya durante la jornada sabatina, el nacido en Cienfuegos conectó par de imparables, uno de ellos su duodécimo doblete del año y empujo una en la dolorosa derrota 8×7 luego de que su equipo tuviera ventaja de 7×3 hasta la séptima entrada.
Los Astros, tras caer dos veces en el Dodgers Stadium, están buscando a toda costa evitar la barrida y aunque comenzaron debajo por el décimo noveno jonrón de Mookie Bets, igualaron y tomaron el mando en la segunda entrada por otro bambinazo, éste de Jeremy Peña con Chas McCormick en circulación.
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El marcador no se movió hasta el cuarto episodio. Kyle Tucker abrió fuego con un largo doblete al jardín izquierdo, su número 16 en lo que va de campaña.
En un turno de extrema responsabilidad, Abreu, al primer envío del abridor Tony Gonsolin, una splitter a 81.9 millas al mismo centro (lanzamiento similar al que Jeremy Peña le conectara también cuadrangular), conectó un tremendo batazo a 412 pies de línea por el mismo lugar que su compañero la había sacado en la segunda entrada, en una clara demostración de poder.
El cubano impactó la pelota a 110.4 MPH, con un ángulo de salida de 18 grados y así llegó a cinco cuadrangulares en la temporada y a 248 en su carrera, cada vez más cerca del cuarto de millar. Además, quedó a una sola empujada de las 900 en Grandes Ligas, sumando 36 en lo que va de año.
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Tras el batazo Abreu dejó su línea ofensiva en .230/.282/.326/.608 (AVE/OBP/SLG/OPS). Hasta el cierre de esta nota, el partido marchaba 4×1 favorable a los Astros mientras se jugaba la baja de la cuarta entrada.
Sin más, disfruten del batazo…
