Abril en la pelota: ¡Feliz Cumpleaños Pedro Luis Lazo!

Daniel De Malas Andreu

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Por Andy Lans Algunos le apodan “El Jíbaro”, otros “El Rascacielos verde” e incluso no pocos prefieren llamarle “el mejor lanzador cubano de todos los tiempos”. Lo cierto es que Pedro Luis Lazo yace como una leyenda viviente entre los seguidores de la pelota cubana, sin importar la provincia, puesto que conquistó con su calidad…

Por Andy Lans

Algunos le apodan “El Jíbaro”, otros “El Rascacielos verde” e incluso no pocos prefieren llamarle “el mejor lanzador cubano de todos los tiempos”. Lo cierto es que Pedro Luis Lazo yace como una leyenda viviente entre los seguidores de la pelota cubana, sin importar la provincia, puesto que conquistó con su calidad deportiva y carácter afable a un país entero.

De Río Feo al equipo Pinar

Hace exactamente 47 años, un 15 de abril, pero de 1973, en la provincia de Pinar del Río nació Pedro Luis Lazo. Su infancia transcurrió en el poblado de Río Feo, en donde no tardó en decantarse por el béisbol.

Con 10 años jugaba segunda y tercera, sin embargo no bateaba bien. Entonces uno de los entrenadores le sugirió la lomita, y el resto, como dicen, es historia…

Lazo escaló toda la pirámide del alto rendimiento, hasta que en la campaña 1990-91 debutó con Forestales en la Serie Nacional, a los 17 años.

El cambio de estructura en la Serie le llevó directamente a Pinar del Río sin pasar por Vegueros. Con el conjunto del más occidental de los territorios cubanos, Pedro Luis Lazo disputó 20 Series Nacionales. Obtuvo par de campeonatos de Cuba en la contiendas de 1996-97 y 1997-98, en las que figuró como uno de los ases del picheo pinareño junto a Faustino Corrales y José Ariel Contreras. Perdió otras cinco finales, entre las que destaca aquella que le decidió Antonio Pacheco con jonrón en el Guillermón Moncada.

Lazo ostenta el privilegio de ser el primer lanzador en llegar a 200 victorias en menos de 20 temporadas en Cuba. Por cierto, nadie le supera en cantidad de triunfos (257). Sus 2426 ponches en nuestra pelota, solo los sobrepasa el “Ciclón de Ovas” Rogelio García.  

En 3260.1 entradas de actuación, el 99 trabajó para un promedio de carreras limpias (PCL) de 3,22. Propinó 33 lechadas y le conectaron para 245. Salvó 20 desafíos.

En la Serie 36, Lazo lideró a los pitchers con una efectividad de 1.15 producto de 14 limpias 109.1 innings. En las campañas 2001-02, 2004-05, 2005-06 y 2006-07 encabezó los triunfos con 15, 13, 12 y 13 por ese orden. En las tres últimas ocasiones, empatado con Ciro Silvino Licea, Carlos Yanes y el camagüeyano Elier Sánchez respectivamente.

Permanecen en la memoria de los aficionados, aquellas postemporadas en las que Lazo maniató a Industriales con relativa facilidad. Una poderosa recta de más de 95 millas sostenidas, en combinación con su slider de 85 y un mortífero tenedor constituyeron las herramientas del “Rascacielos verde”, a las que sumó una secuencia de picheo muy corta entre envío y envío.

De Pinar al Cuba

A las 22 primaveras, Lazo comenzó su trayectoria con el equipo Cuba en los Panamericanos de Mar del Plata 1995. Desde entonces, participó en 4 Olimpiadas, 6 Mundiales, 4 Panamericanos, 3 Centroamericanos, entre otros eventos.

Destacan como las actuaciones más memorables del “Jíbaro” en la arena internacional, el Mundial de Italia 1998. En tierras italianas, Lazo ponchó a 17 en 13 episodios, con apenas par de boletos, 5 hits permitidos y PCL de 1,38. De sus dos ganados en esa Copa, uno aconteció en semifinales ante Nicaragua. Los Pinoleros le pegaron un solo imparable a Lazo en 7 capítulos. José Ariel Contreras abrió la final.

La cita continental de Winnipeg 1999 demandó el máximo esmero de la Mayor de las Antillas para conseguir el oro, puesto que los demás oponentes incorporaron jugadores de AAA y AA. No obstante, Pedro Luis Lazo lanzó para 1,13 con 13 estucados en 8 entradas. Uno de sus dos salvamentos en ese torneo ocurrió frente a Canadá. El diestro mantuvo la ventaja de Cuba 3×2 y retiró a sus dos últimos oponentes con 6 strikes consecutivos.

Quizá la mejor exhibición de Lazo en mundiales tuvo como escenario a Holanda en 2005. En la Tierra de los Tulipanes, el eterno 99 pochó a 27 en 16.2 innings. Ganó dos encuentros, salvó igual número y no perdió. Apenas le dieron 7 incogibles y otorgó una base por bolas, concluyó con un PCL de 0,54. En la discusión del primer lugar, Lazo y Danny Betancourt dominaron sin complicaciones a Corea del Sur. Pedro Luis fue incluido en el All Stars de la competencia como mejor lanzador derecho.

De 1988 a 2005, Lazo acaparó la mayor cifra de ganados (7), salvados (5) y ponchados (72) en Copas Mundiales de Béisbol.

En sus últimos Panamericanos, los de Río de Janeiro 2007, el vueltabajero no toleró carreras en 7 entradas. Debido a dos hits y un boleto se le embasaron tres oponentes. Lazo salvó el duelo por el oro ante Estados Unidos al sacar los 4 outs finales.

Aventuras Olímpicas

Atlanta 1996 representó la primera Olimpiada de Lazo. El pinareño contribuyó a la causa cubana en suelo estadounidense con dos triunfos y un salvamento. Su efectividad ascendió a 5,40 en 13.1 capítulos; sin embargo lideró los ponches con 22, tres por delante del japonés Jutaro Kimura. En el juego dorado frente a los nipones Lazo tiró 4.1 innings en sustitución de Omar Luis; el muchacho de 23 abriles permitió tres anotaciones pero estucó a 7. Los cubanos aventajaron a los asiáticos 13×9 y retuvieron el cetro olímpico.

Las cosas no fueron igual en Sídney 2000, una victoria ante Corea del Sur en ronda preliminar y la derrota en el duelo definitorio ante Estados Unidos marcaron la labor de Lazo, que aunque ponchó a 9 en 6.1 entradas, recibió un total de 10 imparables. Su PCL terminó en 4,26.

Pedro Luis Lazo fue utilizado exclusivamente para relevar en Atenas 2004. En Grecia, Lazo salvó ante los anfitriones y contra Canadá en el round-robin. Su PCL concluyó en 4,91. Recetó 6 ponches en 3.2 episodios. Cuba venció 6×2 a Australia en la final.

Cuatro años después en Bejing, el “Rascacielos” se convirtió en el segundo pelotero con cuatro participaciones olímpicas, horas después de Rob Cordemans. Sin embargo, Cuba cedió en el partido por el oro ante Corea del Sur; Lazo soportó la última carrera coreana en el 3×2 final, pero la derrota la cargó el zurdo Norberto González. En esos Juegos, lazo sufrió 9 indiscutibles en 14.1 entradas. Ganó uno y salvó dos en 5 apariciones. Poncho a 14 bateadores.           

Clásicamente hablando…

Lazo participó en las dos primeras versiones del certamen beisbolero más prestigioso del mundo. En 2006, Pedro Luis salvó la victoria de Cuba ante Venezuela con 2 rayitas a su cuenta en 5 capítulos de relevo en segunda ronda, y venció a República Dominicana en semifinales al tolerar una sucia en 4.2 episodios. Lazo mantuvo su PCL en 2,45. Vio los toros desde la barrera en la derrota de Cuba ante Japón por el título.

En el Clásico Mundial de 2009, Lazo salió por primera vez ante Australia en fase de grupos. Tenía un corredor a 90 pies del home y un out con ventaja de 2×1, no obstante dejó que los Canguros se pusieran delante 4×2. Finalmente, Cuba se llevó ese choque 5×4 gracias a un jonrón de Yosvani Peraza.

En segunda ronda ante México, el “Jíbaro” salvó el triunfo cubano 7×4 tras 4.1 innings de labor. Jorge Cantú y Cristhian Presichi le pegaron dos cuadrangulares solitarios.

El paso por México…

Dos años después de su retiro de las Series Nacionales, Pedro Luis Lazo fue contratado por los Piratas de Campeche en 2012, para formar parte del cuerpo técnico. Sin embargo con casi cuatro décadas en las costillas, el pinareño era capaz de registrar todavía 90 millas en el velocímetro, razón por la cual no se hizo esperar su cambio de rol en la franquicia.

En la Liga Mexicana de Verano correspondiente a ese año, Lazo ganó par de juegos, perdió dos y salvó tres. Mostró una efectividad de 2,25 en 36 entradas de trabajo, estucó a 34 rivales y regaló 13 boletos. Exhibió un WHIP de 1.06 y apenas le dieron dos jonrones.

Ya en un circuito de mayor calidad como el invernal, Lazo no rindió lo mismo con los Cañeros de Los Mochis (G:1, P:4, PCL:5,05), pero demostró que no se encontraba del todo acabado ni mucho menos.

¡Lazo pichea tú!

Una de las claves de los Toros de Camagüey para colarse en la final de la pasada Serie 59, resultó su picheo. Miguel Borroto sabía de la prominencia de este renglón, y por eso no escatimó en llamar a Pedro Luis Lazo, una vez que supo de su dimisión en Pinar, para que este moldeara esa masa de jóvenes lanzadores agramontinos, llenos de talento.

Una preparación enfocada en el control, llevó a serpentineros como Yariel Rodríguez o Yosimar Cousin a una temporada consagratoria dentro del béisbol cubano.

En uno de esos trepidantes choques Matanzas-Camagüey, cuando el “Rascacielos pinareño” acudía a conversar con su lanzador, el público yumurino le gritaba: “¡Lazo pichea tú!”. Uno de los fanáticos cercanos a mí, reflexionaba: “Ellos no saben que si Lazo pichea, aun es capaz de dominarlos a todos.”

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