7 años y 72 millones después: ACABÓ la novela Rusney Castillo – Medias Rojas

Por Juan Páez

Las cadenas finalmente se rompieron. Los eslabones millonarios que ataban a los Medias Rojas de Boston con Rusney Castillo se deshicieron al finalizar la Serie Mundial 2020 de las Grandes Ligas. Luego de años de tensión y de imposibilidad para jugar en el equipo grande, su contrato de siete años y 72 millones 500 mil dólares (incluyendo un bono de cinco millones 400 mil dólares por firmar) llegó a su fin. Ahora Castillo, con 33 años de edad, tendrá el chance de darle continuidad a su carrera en las Mayores.

El vínculo de los patirrojos con el jardinero cubano se fue por un barranco realmente rápido. Si bien en 2014 dejó una buena impresión apenas 10 juegos con el equipo grande, no rindió en 80 juegos en 2015, año en el que no pudo establecerse como el jardinero central titular de los Medias Rojas. En 289 apariciones al plato, dejó una línea de .253/.288/.359, con solo 69 imparables. En esa importante campaña, no bateó para average, no pudo embasarse con frecuencia y no mostró un poder atractivo (cinco jonrones).

Al año siguiente, en 2016, disputó sus últimos nueve encuentros con Boston, sin saberlo. Ligó para una línea de .250/.250/.375 en solo ocho viajes totales a la caja de bateadores. De inmediato, las Ligas Menores se convirtieron en la jaula de Castillo, cobrando un gran contrato que lo hizo el pelotero más caro de las granjas de cualquier organización de las Grandes Ligas, pero sin poder salir de allí.

Tan mala fue la pasantía de Rusney con los Medias Rojas en términos de desempeño y tiempo de juego que desde el comienzo hasta el final de su acuerdo, solo apareció en 99 desafíos. Tomó 337 apariciones, dio únicamente 83 hits, con 12 dobles, dos triples y siete estacazos de vuelta completa. Remolcó 35 carreras, anotó en 45 ocasiones y fue retirado 63 veces por la vía del tercer strike. Sus promedios ofensivos en los tres años quedaron en .262/.301/.379.

¿Qué vendrá para Castillo?

Pese a que Castillo nunca volvió a jugar en las Mayores, jamás dejó de prepararse año a año. El patrullero, cuya presencia era una garantía en las ligas invernales, mantiene las ganas intactas de volver a la Gran Carpa.

Una de sus ventajas a la hora de buscar un contrato con cualquiera de las demás organizaciones del mejor béisbol del mundo es lo que hizo en Ligas Menores. Nunca dejó de batear con el Pawtucket. De hecho, hace tan poco como el año pasado dio 25 dobles y 17 cuadrangulares en 120 duelos con la sucursal Triple A de los patirrojos.

Sin embargo, Castillo tendrá la desventaja de no tener un antecedente de juego en 2020, debido a que no hubo zafra de Ligas Menores a causa de la pandemia del COVID-19. Pese a que los Medias Rojas estuvieron entre los peores equipos de la recién finalizada campaña, lo mantuvieron todo el año en el sitio alternativo de entrenamiento, sin siquiera un llamado antes del final de la ronda regular.

Ahora el horizonte de Castillo es amplio. Lejos de pensar en el retiro, Rusney deberá elegir la más conveniente oferta entre las que seguramente llegarán, sin descartar ir a Asia para probarse en las Grandes Ligas de Japón. Todo indica que deberá conformarse con un pacto de Ligas Menores con invitación al Spring Training. Pero a este momento, y justo después de finalizar un megacontrato millonario, lo que sea que le permita continuar su carrera es bueno.

Estadísticas de Rusney Castillo de por vida con los Medias Rojas de Boston: