Por Gian Franco Gil
El jardinero cubano de los Medias Blancas de Chicago, Yoelqui Céspedes, comenzó la temporada 2022 de las Ligas Menores como uno de los jugadores antillanos con posibilidades reales de acercarse a las Grandes Ligas de Béisbol (MLB por sus siglas inglés).
Su actuación durante los primeros meses de contienda lo mantienen en el conjunto Birmingham Barons, perteneciente a la clase Doble-A de los Medias Blancas, equipo con el que debutó el 19 de junio del pasado año en el principal circuito de béisbol en los Estados Unidos.
En el primer mes de competencias, el medio hermano de Yoenis «La Potencia» Céspedes, consiguió 20 indiscutibles en 79 visitas oficiales al rectángulo de bateo y dejó un promedio ofensivo de .259. Con respecto a los incogibles en el mes de abril, el oriundo de Granma, Cuba, se mantuvo 11 días bateando de hits.
Esa racha -la más larga de su corta carrera en el béisbol profesional de los Estados Unidos- comenzó el 14 de abril y terminó el 27, para alegría de los lanzadores rivales.
Asimismo, en el cuarto mes del año, conectó cuatro batazos de vuelta completa, tres de ellos entre los días 14 y 27 de abril. Precisamente, el 17 de ese mes disparó par de jonrones, logrando tal hazaña por primera vez en las Ligas Menores. También, en abril, acumuló seis dobles, 11 carreras anotadas e igual número de remolques, para generar una línea ofensiva de .253/277/.481 (AVE/OBP/SLG).
Las apariciones en mayo fueron similares a lo que sucedió en el mes anterior. Céspedes pegó 17 imparables en 65 turnos, por lo que su average fue ligeramente superior en el segundo período de actuación (.262). En cuanto a los extrabases en esta ocasión quedó muy por debajo de sus posibilidades, solo cuatro (tres jonrones y un doble fue la cosecha del cubano). De igual forma, pisó la registradora en nueve ocasiones e impulsó a seis compañeros, para producir 12 carreras, inferior a las 18 del mes anterior. Su línea ofensiva quedó en .262/.284/.415.
Como dato curioso, preocupante y negativo, en los dos primeros meses de juego el granmense se ha ponchado en 42 oportunidades y solo ha recibido tres boletos de libre tránsito. Esos datos pueden tener varias lecturas: la primera de ellas pudiese tratar sobre la disciplina en el plato y la selección de los envíos. Otra teoría podría estar encaminada a la forma de su swing, con el que intenta buscar batazos de largas dimensiones y abandona la opción de lograr un contacto seguro para entrar en circulación.
Este último análisis, atendiendo a las nuevas tendencias del béisbol moderno, en el que la mayoría de los bateadores quieren impresionar con sus conexiones e intentar ser decisivos con un swing, parece ser el más acertado. Por lo que Yoelqui Céspedes estará buscando a través de su poder el resultado que le permita ascender hasta el equipo que lidera su compatriota José Dariel Abreu.