Por Juan Páez / @jmanupz
Para Aledmys Díaz, el último par de años ha sido un poco particular. Justo cuando parecía proyectarse como una de las piezas para el futuro de los Cardenales de San Luis, estos lo mandaron con rumbo hacia los Azulejos de Toronto. En el equipo canadiense, durante 2018, tuvo una sólida temporada con el madero en 130 juegos y era una de las fijas para la siguiente campaña de las Grandes Ligas. Pero este sábado, el club que ahora dirige Charlie Montoyo lo envió a los Astros de Houston, a cambio del derecho Trent Thornton.
Un hombre que, a lo largo de la cantidad citada de compromisos disputados, disparó 26 dobles y sacó 18 pelotas del parque en 422 turnos legales debe ser una buena incorporación —o al menos una positiva— para cualquier conjunto, aunque el cubano llega con una misión bastante específica: llenar los zapatos que dejó Marwin González, el utility por excelencia de los siderales.
Los campeones mundiales de 2017 enseñaron la gran posibilidad de que, luego de esta transacción, no intenten retener a la preciada pieza.
No será tarea sencilla para Díaz. El venezolano cubrió siete de las nueve posiciones del campo en la recién finalizada campaña, solo no defendió la receptoría y tampoco fue utilizado como lanzador. El de Santa Clara, en cambio, únicamente se desempeñó en la tercera base y en las paradas cortas, pero ya cuenta con tres juegos como jardinero izquierdo y dos como intermedista en su carrera en la Gran Carpa.
La parte buena
Aledmys tiene a su favor que, al menos en la ronda regular pasada, fue superior a González en algunos departamentos, incluso con mayor poder en la caja de bateadores. La nueva incorporación de los Astros dejó OPS de .756 (contra .733 del nacido en Puerto Ordaz, Vzla), .453 de slugging (contra .409), 62 ponches (contra 126), 18 bambinazos (contra 16), 26 biangulares (contra 25).
“Él tiene bastante versatilidad, cuenta con poder y verdaderamente puede hacer muchas cosas en el terreno”, dijo el presidente de las Operaciones de Béisbol de la organización y gerente general, Jeff Luhnow, a MLB.com. “Esto pareció una oportunidad para nosotros de mejorar nuestro equipo y lo hicimos. Dimos a uno de nuestros lanzadores prospectos, pero si hay un área en la que probablemente tenemos mayor posibilidad, es en nuestro pitcheo”.
Lo mejor para los siderales es que en el antillano tendrán una producción similar a la de Marwin, pero por un costo mucho más bajo, pues es posible que este último obtenga un contrato de tres o cuatro temporadas y alrededor de 30 o 40 millones de dólares, mientras que Díaz estará bajo control del club hasta 2022 e irá a arbitraje salarial en 2020.
De hecho, en 2018 cobró apenas dos millones en billetes verdes. Su antecesor ganó un salario de casi el doble: $3,725 millones por sus servicios en la campaña anterior.
“Es muy temprano todavía, es difícil decir cómo será nuestro roster al final y dónde jugará cada quien. Hay muchos potenciales movimientos por venir, pero este es un muchacho que sentíamos que le quedaría bien a nuestro club, tanto defensiva como ofensivamente”, siguió el ejecutivo.
Díaz, quien compartirá labores de utility con su compatriota Yulieski Gurriel, tendrá una prueba de fuego con los siderales durante la próxima temporada: rendir al máximo nivel en un conjunto que, aunque ganó la Serie Mundial hace apenas una campaña, sigue en pelea con un núcleo talentoso y joven.