Aledmys Díaz… ser o no ser la figura

Por Alexander García Milián Fue en un torneo de los que se juegan en Holanda- Harlem o Róterdam- ,  fue en un torneo de esos donde Aledmys Díaz le dijo adiós a las Series Nacionales y a la pelota cubana. La historia de los zapatos dejados a las afueras de la tienda como recuerdo para […]

Por Alexander García Milián

Fue en un torneo de los que se juegan en Holanda- Harlem o Róterdam- ,  fue en un torneo de esos donde Aledmys Díaz le dijo adiós a las Series Nacionales y a la pelota cubana.

La historia de los zapatos dejados a las afueras de la tienda como recuerdo para los tipos de la seguridad, es una historia para reírse a carcajadas y uno piensa, hace una pausa y piensa- un chamaco como Aledmys haciendo esas cosas- ; cuando se tiene un objetivo definido, poco importan los baches… me respondo y sigo riendo.

Luego…

Veo un rostro cuadrado, tiene un aspecto joven pero es cuadrado, como abultado a los costados; una cara ancha que pudiera ser la de cualquier emigrado, de esos que dan guerra día a día en Estados Unidos; pero es Aledmys Díaz, con varias libras demás, con una voz más gutural y está hablando de su amigo José Fernández, su paisano de Santa Clara.

El documental comenzaba a rodar casi al año después de la muerte de “Delfín” y Aledmys- ya en Grandes Ligas comentaba sobre su vínculo con el otrora estelar lanzador de los Marlins de Miami.

  • Siempre fue un chamaco entregado en los entrenamientos, día a día le ponía el extra,… José sabía muy bien lo que quería- comentaba Aledmys, lo hacía con la seguridad del tipo que también sabe lo que quiere; ya para entonces había debutado con los Cardenales de San Luis.

La aparición de Aledmys con los patirojos fue una eclosión para los fanáticos; lució grande desde que tuvo la primera oportunidad; bateo, estuvo bien a la defensa, rápido, seguro… Iba por buen camino.

Entonces…

Cuando parecía que Aledmys se consolidaba con los Cardenales; que la magia de “El Mago” Smith lo tocaba así como por intuición fantástica, cuando eso parecía ocurrir, la cosa fue de mediocre hacia abajo.

Todo se maquillo, esa sonrisa amplia del comienzo fue despareciendo de a poco y así, en abrir y cerrar de ojos Aledmys llegó a los Azulejos de Toronto.

Con el equipo canadiense, el villaclareño pretendió renovar ímpetu y sumar energías; tenía consigo a dos nacionales, Kendrys Morales y Lourdes Gurriel Jr.; tal fue el impacto, la combinación, todo, que Aledmys pego 18 cuadrangulares y – ¡Pumm!- canjeado a los Astros de Houston.

Ya ahora, acabando los Spring Trainings, muchos se preguntan sobre las opciones reales de Aledmys,- limitadas- pienso; José Altuve, Carlos Correa y Alex Bregman son los más seguros en el esquema de Hinch; la tarea en este instante es dura, como la del indio…

La presencia de Yulieski Gurriel pudiera aportar.

Veremos.

Un sueño lo llevó un día a las Grandes Ligas, otro, tal vez lo deje a las puertas del éxito como una más; todo depende de él, de Aledmys Díaz.

Nos vemos a la vuelta.

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