Por José Alejandro Rodríguez Zas
El pasado sábado 4 de septiembre, los New York Yankees perdieron con cerrada pizarra de cuatro carreras por tres contra los Orioles de Baltimore, en el segundo partido de una serie de tres entre ambos equipos de la División Este de la Liga Nacional, celebrado en el Yankee Stadium.
En ese encuentro, “El Misil” cubano, Aroldis Chapman, entró a lanzar en la parte alta del noveno episodio con el juego igualado a tres carreras y no pudo hacer su trabajo, al permitir la ventaja de Baltimore, carrera que a la postre fue decisiva en el resultado final, cargando así con la derrota.
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A pesar de recetar tres ponches en el inning, Chapman permitió que los tres primeros bateadores de los Orioles llegaran a las almohadillas, incluyendo sencillo y boleto, para repletar los ángulos sin outs.
Luego, un elevado de sacrifico del dominicano Pedro Severino, sobre una slider a 86 mph lanzada por Chapman, impulsó desde tercera base a Ryan Mountcastle, con la carrera decisiva. A pesar de que Chapman pudo resolver la situación sin males mayores, el daño ya estaba hecho.
En ese partido entre Yankees y Orioles, Chapman realizó un total de 28 lanzamientos, de los cuales 15 fueron strikes y 13 bolas. Además, «El Misil» utilizó su poderosa recta sólo en 16 ocasiones (57%), 10 veces la slider (36%), una vez la sinker y otra el tenedor.
A todas luces, pareció que el cerrador cubano utilizó muy poco su bola rapida en el partido, la cual supera con mucha frecuencia las 100 mph y es su mejor lanzamiento. En su lugar, Chapman apeló más a sus pitcheos rompientes, sobre todo la slider.
Pero lo mas impresionante es que de los 16 pitcheos en recta, solo ocho cayeron en zona de strike e igual cantidad en zona mala, indicando que este no fue un lanzamiento efectivo para Chapman en el choque.
En conferencia de prensa realizada al finalizar el partido, Aroldis explicó que nunca ha perdido su confianza en la recta. Sin embargo, los números del juego ante los Orioles y de toda la temporada de 2021 de las Grandes Ligas indican que «El Misil» cada vez emplea menos su bola rápida en sus salidas.
Hasta este lunes 6 de septiembre, Chapman ha realizado un total de 821 lanzamientos en la presente campaña, de los cuales 477 son rectas (58.1%), 222 en forma de slider (27%), 72 de tenedor (8.8%) y 50 en sinker (6.1%), números muy similares a los del partido de referencia.
Sin embargo, revisando el porcentaje histórico de Chapman en cada una de sus temporadas, vemos que son balances muy distintos a los habituales:
2010: Recta (75.5%) – Slider (23.7%)
2011: Recta (84.3%) – Slider (15.2%)
2012: Recta (87.6%) – Slider (12.1%)
2013: Recta (85.2%) – Slider (14.7%)
2014: Recta (68.8%) – Slider (24.5%)
2015: Recta (75.6%) – Slider (16.8%)
2016: Recta (81.2%) – Slider (15.8%)
2017: Recta (76.9%) – Slider (19.7%)
2018: Recta (65.9%) – Slider (25.4%)
2019: Recta (58.6%) – Slider (31.3%)
2020: Recta (72.4%) – Slider (21.6%)
2021: Recta (58.1%) – Slider (27.0%)
De sus doce temporadas activo en las Grandes Ligas, en siete de ellas Chapman ha utilizado su recta en más del 75% de sus lanzamientos, con un pico máximo en la campaña de 2012, donde la empleó en un 87.6%, cuando superaba con creces las 100 mph.
Luego de un bajón en 2014 hasta el 68.8%, Chapman aumentó su porcentaje en 2015, 2016 y 2017, siempre por encima del 75%. Pero en las últimas cuatro campañas, se ha mantenido por debajo de esa cifra y este 58.1% es el menor de toda su carrera deportiva.
¿Qué quiere decir esto? Significa que, en esta temporada de 2021 de las Grandes Ligas, «El Misil» cubano ha empleado su bola rápida en mucho menor por ciento respecto a los lanzamientos rompientes que en el resto de sus campañas y, coincidentemente, presenta el promedio de limpias más alto de su carrera, con 3.72
Precisamente, sobre todo este asunto, el manager de los Yankees, Aaron Boone, confirmó a la prensa este lunes que Chapman, por momentos, deja de usar su recta con más frecuencia de la que debería o usualmente ha hecho.
Quizás solo sea pura coincidencia, pero es un dato que hay que analizar.
«Parte de eso es la confianza que tiene en sus pitcheos secundarios y su habilidad para lanzarlos en strike», dijo Boone. «Pero creo que es importante que siempre pueda asegurarse de que la recta es un arma».
«Usualmente, cuando está tirando bien su recta y en strike… eso es un indicativo de que su mecánica está en línea, y los pitcheos secundarios se alimentan de eso».
Recordemos que Aroldis Chapman comenzó la temporada a todo tren, con números espectaculares, antes de caer en una muy mala racha, que le provocó acumular varias salidas malas consecutivas. Tras el Juego de las Estrellas, su ritmo ha vuelto a mejorar, pero ya no está siendo tan hermético.
Y sucede que, cuando eres cerrador de un equipo, más aún de un conjunto tan mediático como los New York Yankees, hay que rozar la perfección, pues al menor desliz, se cambia el rumbo de un partido, una clasificación a postemporada y hasta una Serie Mundial.
Toda esa presión la ha sabido aguantar muy bien Aroldis Chapman a lo largo de toda su carrera, convirtiéndose en uno de los mejores cerradores latinos de la historia de Las Mayores. Le deseamos un excelente cierre de campaña con los Yankees y que siga siendo «El Misil» cubano.