Por Daniel de Malas / danieldemalas@swingcompleto.com
Los New York Yankees (25-21) sometieron a los Baltimore Orioles (20-25) por la mínima y en extrainnings, 2 carreras por 1, con una nota muy peculiar para la carrera de Aroldis Chapman.
Para el cerrador cubano el juego llegó con la peculiaridad de estar empatado en el noveno, pero Chapman resolvió con elevado al jardín derecho y par de ponches, en esfuerzo de 14 pitcheos, 9 de ellos en la zona buena, rebajando a 5.14 su promedio de limpias.
Pero si retrocedemos y detallamos el inning, entonces comienza el misterio.
Tras el primer bateador el manager de los Yankees, Aaron Boone y el entrenador Tim Lentych fueron hasta la lomita a hablar con Chapman, conversación que terminó con risas entre el cubano y el receptor Gary Sánchez.
Chapman, visiblemente incomodo, repartió los mencionados ponches y salió corriendo para el banco, bajando por las escaleras al túnel, despareciendo inmediatamente.
La preocupación en los medios que siguen a los Yankees y al cubano se disparó, temiendo otra lesión del lanzallamas, que pudiera poner en peligro su temporada, cuando solo restan días de campaña regular.
Como era de esperar, una de las preguntas que le hicieron a Boone en la rueda de prensa tras el encuentro fue sobre qué había pasado con Aroldis Chapman.
El piloto de los Yankees, sonriente, respondió: “Él está bien, a veces tienes el llamado de Madre Naturaleza”, a lo que el periodista ripostó con: “Entonces no voy a seguir indagando”, con risas por doquier.
O sea, que el holguinero tuvo un llamado urgente por ir al baño durante el juego, “cosa que tuvo que aguantar”, literalmente, y terminar con el trabajo.
Más increíble aun, Chapman tiró varias rectas a 97 y 98 millas por hora con tal “emergencia”.
Nada, que otro capítulo que recordará Aroldis y otra historia que recordar con muchos matices.